Somos tres (GaiKaka - Mpreg)

1/4

ADVERTENCIA: Mpreg (No omegaverse. No donceles. No T-man. Lo entenderá si lo lee). GaiKaka. Escenas +18.

Tags: Fluff/doméstico/drama romántico/traumas/familiar/angustia/muy cursi por partes. (Uso excesivo de diminutivos, apelativos cariñosos, divago mucho, me puse reflexivo, los hice muy humanos y parece telenovela turca o la rosa de Guadalupe. Perdón) (Y puede que tenga fetiches raros).

NOTA: Los capítulos son largos porque quería hablar de todas las etapas a la vez- (En esta historia Sakumo es hetero).

--

— Sakumo — Akira golpea su nariz contra su pierna, raspando su muslo en una sucesión que se detiene en la curva de su pie, justo en el lugar donde sus dedos pálidos están expuestos contra la humedad de la tormenta de nieve.

Y el toque es cálido, contrastante con el frío incluso si la nariz de Akira tiene un poco de saliva congelada en la punta. Todavía se siente como un pedazo de aliento. Algo vivo, y Sakumo crispa los dedos de los pies antes de bajar la mirada hacia los ojos rasgados de su invocación.

— Si seguimos cargando con ella, todos vamos a morir.

El vapor de la voz de Akira sopla en el aire y envía algunos copos de nieve lejos, derritiéndolos a medias, congelándose otro poco la nariz cuando suspira hondo y sorbe su saliva.

Sakumo endereza los hombros y mira el camino cuesta abajo por la montaña.

Sus perros son buenos y ágiles, los más rápidos que Sakumo ha visto jamás. Ellos podrían llevar a Kakashi a salvo a la aldea e incluso podrían hablar con el personal médico de ser necesario. Kakashi estaría en Konoha en solo un par de horas si Sakumo da la orden. Completamente a salvo, tan alejado de esto. Sin embargo...

— Jefe, incluso si el niño vive, ¿quién cuidará de él? — Tadao hace una pausa y baja el envoltorio de cobijas con Kakashi dentro, recargando el bulto sobre el cuerpo pequeño de Sora para protegerlo de la nieve — Tienes que dejarla aquí.

Sakumo traga saliva, limpiándose las lágrimas heladas del rostro mientras mira a la madre de Kakashi en la bolsa detrás de él, fría y pesada, marcando un camino rígido por el lugar donde Sakumo la ha estado arrastrando desde hace un par de horas.

Proteger su cadáver le está costando más energía de la que hubiera creído. Energía que necesita para llevar a Kakashi de regreso a la aldea. Energía que necesita para sobrevivir.

Akira vuelve a clavar su nariz en su pierna y la mano de Sakumo se enrosca en el saco de dormir donde envolvió el cadáver, aferrándose incluso si comprende lo que pasará si sigue cargando un peso extra en estas condiciones.

Es un shinobi experimentado después de todo. Sakumo sabe los riesgos que implica mantener tanto tiempo a un bebé en una tormenta congelada. Los niños casi nunca sobreviven en los extremos. Mucho menos un recién nacido.

— Abandónala — Akira jadea, clavando sus dientes en su pantalón — Necesitamos un refugio rápido o el bebé se enfriará.

Sakumo asiente, mirando a Akira y luego dándole una última mirada al cadáver de su mujer antes de soltar la bolsa con su cuerpo.

Ella cae inerte en la nieve, y los copos blancos comienzan a cubrirla tan rápido como están enfriando el cuerpo vivo de su pequeño hijo.

— Ahora hazte cargo y toma al bebé, nosotros buscaremos un refugio adelante.

Sakumo se tambalea y abre los brazos cuando Tadao salta hacia su pecho. Es el perro más pequeño de su manada, pero también es uno de sus perros más cálidos y se hace una pequeña bola contra el cuerpo de Sakumo, manteniendo a Kakashi en el centro de los dos para que el aire ni siquiera pueda tocarlo.