La factoría de naves de la corporación Argabi no se encontraba en la superficie de un planeta, en su lugar se hallaba en el espacio usando un gran asteroide como base principal, se trataba de una fábrica diseñada para montar naves de varios kilómetros por lo que su tamaño era equiparable
A pesar de ser una "humilde" fábrica espacial, en su mejor momento podía botar varias docenas de naves de clase 2 en cuestión de semanas y de clase 3 en meses, debido a que justo después de comprar su permiso de montajes de clase 4 comenzó el ataque de las demás corporaciones no pudieron estrenar este astillero y estimar el tiempo que les tomaría fabricar esas naves
Ahora que su personal estaba extremadamente limitado y con su crisis actual la posibilidad de fabricarla era bastante lejana...por ahora
Los empleados se encontraban descansando en sus estaciones por la simple razón de que no tenían trabajo asignado, en el caso de cualquier otra empresa en una condición similar la ruta más fácil sería la de despedirlos ahorrando costos, sin embargo Eliz no lo hizo por 2 razones, la primera económica y la segunda personal
Si bien Eliz era la columna vertebral de las innovaciones que hicieron famosa a Argabi, ella no podía hacer todo sola, por lo que los gastos para formar a este equipo de técnicos no era algo de risa, sería mucho más rentable si los mantenía en la empresa hasta que la crisis pasara y que con sus habilidades y experiencia volvieran al trabajo en lugar de contratar personal novato que tendría que ser entrenado desde 0
Por otro lado necesitaba a subordinados en quienes confiar tratándose principalmente de trabajadores de segunda generación, quienes igual que ella eran hijos de trabajadores antiguos, para ellos la corporación no era una simple fuente de ingresos, era como su familia y como tal no la abandonarían a la primera señal de problemas
Ellos habían demostrado su lealtad al no renunciar a pesar de recibir ofertas de la competencia en un intento de extraer los secretos de Argabi, ahora Eliz deseaba retribuirles y mantenerlos en sus puestos a pesar del gasto que representaban...pero eso por fin había llegado a su fin
-¡Enciendan la fragua, tenemos un pedido! (Director)
El director de zona grito sus órdenes que debido a la relajada situación generó un fuerte estruendo incitando a todos a agruparse rápidamente cerca de su superior
-¿Es cierto? (Empleado 1)
-Si, vamos a producir 7 naves de clase 2 y 3 de clase 3 (Director)
-Y qué hay de las 10 en el inventario (Empleado 2)
-Vamos a moverlas a la siguiente sección para que reciban reacondicionamiento (Director)
Las naves que habían sido pedidos cancelados actualmente se encontraban acumulando polvo en sus inventarios, por lo que la pregunta del destino de dichas naves fue hasta cierto punto lógico y como si el superior hubiera anticipado dicha pregunta respondió con la misma facilidad
-La siguiente sección se encargará del mantenimiento y actualización por lo que no necesitan preocuparse por ello, nuestra misión es dar vida a un nuevo grupo de naves (Director)
Al escuchar que volvían al trabajo todos gritaron de euforia, el hecho de ser una industria tan especializada como la producción de naves militares era un arma de doble filo, si lograban vender sus productos la posibilidad de que dicha persona se volviera su cliente era extremadamente alta, por otro lado encontrar un comprador podría considerarse igual de difícil
Después de todo incluso si había una gran cantidad de lores en el imperio cada uno de estos sin duda ya tendrían una fuente definida de naves, por lo que el hecho de un pedido fue una señal de que había un nuevo cliente en fila
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Mi nueva vida como lord espacial
FantasyReencarne en un "universo" diferente al mío, uno en el que los imperios se disputaban el control de la galaxia Debido a varias circunstancia termine ganando el control de un sistema solar, una forma elegante de llamar a un montón de tierras estéri...