Capitulo 9

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『♡』•『♡』•『♡』•『♡』

Cabello castaño cálido, ojos verde oscuro.

Irik era el líder espiritual de los sacerdotes jóvenes y, debido a su fidelidad inquebrantable única, era el sumo sacerdote más popular.

Irik estaba en medio de los sumos sacerdotes que montaban a caballo.

Tales sacerdotes fueron los que pelearon tan mortalmente por el asunto de Philia, engañándola e insultándola diciendo que era una estafadora, ¡diciendo que sabían que era una farsante!

Cuánto tiempo ha pasado... No quedaba ni un grano de polvo que quedara de la sangrienta discordia.

Con esos pensamientos en mente, Irik levantó la mano hacia el público y envió una cálida sonrisa.

En ese momento, los ojos de Irik se volvieron hacia Philia.

En un instante, su respiración se detuvo.

Se sintió como si el tiempo se hubiera detenido.

Si hubiera tenido un poco de tiempo, habría entendido a Irik.

El oráculo fue manipulado y apareció un verdadero santo ... ¿Cómo podía él, como creyente, rechazarlo?

Sin embargo, cuando se encontró con su mirada antes de que su corazón estuviera listo, solo había una emoción en su mente.

Traición.

Una fuerte emoción recorrió su cuerpo. Irik dejó de hablar y abrió la boca como para llamarla.

Al oír esto, Philia corrió a toda velocidad entre la multitud con todas sus fuerzas.

No quiero conocerte.

"¡Philia!"

Escuchó una voz llamándola. Aunque sabía que la voz rebosaba preocupación, se negó.

Ella ya no tiene lugar para ella. Fingió hacer todo por ella y ella lo aceptó.

Después de darse cuenta, su corazón se enfrió.

¿Qué era ella para él? ¿Qué estaba haciendo en este templo?

Philia corrió y corrió por el callejón.

Empujó a la gente y corrió a través de ellos, mientras escuchaba palabrotas y gritos cortos detrás de ella.

Philia entró en la carretera principal, donde la maldita procesión no estaba a la vista.

De pie en el borde de una carretera desierta donde la gente finalmente desapareció, comenzó a gemir.

'Me han abandonado'.

Debía pensar siempre con buenas intenciones.

Le dijeron que lo diera todo. Esa era su forma de pensar. Pero ahora ... ahora ... era diferente. Se dio cuenta de la emoción que tenía más fuerte en su corazón.

Lo odio, lo odio, no puedo soportarlo.

Y ella estaba triste, y triste de nuevo. ¿Por qué no puede pertenecer a ellos?

"¡Philia!"

Philia se estremeció con la idea de huir.

Pero pronto recobró el sentido. Fue Claude, no Irik, quien la siguió.

En ese breve momento, Claude ni siquiera estaba en su mente. Ella pareció sorprendida.

"Su Alteza."

"¿Por qué diablos corriste así?"

Estar Fasinado FINALIZANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora