Prólogo

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Sábado, 31 de octubre. Casa de Hiraeth, Whitebridge.

Despertó y miró el reloj, aún eran las cuatro de la madrugada. «Joder», pensó. Hiraeth encendió la lámpara de su mesilla de noche, se levantó de la cama y se frotó los ojos. ¿Qué hacía despierta a esa hora? Seguramente sería culpa del insomnio otra vez, nunca conseguía pegar ojo la noche entera. La puerta de su habitación seguía cerrada, tal y como la había dejado al acostarse, se sentía más segura así.

Salió al pasillo lentamente, tratando de no hacer demasiado ruido. Miró a un lado y al otro. Nada ni nadie a la vista. Continuó avanzando por el pasillo, en dirección hacia la cocina, un vaso de leche podría ayudarla a conciliar el sueño de nuevo. Sin embargo, se detuvo cuando llegó a la habitación de sus padres. La puerta estaba entreabierta y pudo ver una luz que provenía del interior, así que empujó la puerta suavemente y se asomó. Acababa de comenzar su peor pesadilla.

—¿Ma… mamá? —balbuceó.


Unas horas antes.
Decenas de infectados recorrían las calles de Francia; hambrientos y sedientos sangre, perseguían a todo lo que se movía para cazarlo.

—¿¡Estás grabando?! —preguntó la reportera de las noticias.

—¡Sí! —exclamó el cámara. Se encontraban sobrevolando en helicóptero las calles más concurridas de París.

—Esta tarde han ocurrido una serie de asesinatos en París, Francia. Parece ser que los ataques están relacionados, en todos los casos los asesinos han devorado completamente a sus víctimas. Según nos están comunicando esto puede estar vinculado a un nuevo virus que induce a los infectados al canibalismo, además…

En ese preciso instante, un extraño ser, cuyo cuerpo estaba completamente deformado y poseía una fuerza aparentemente sobrehumana, se abalanzó sobre el helicóptero y este cayó en picado. Una explosión enorme interrumpió la transmisión y comenzó a sonar la alarma del sistema de emergencia nacional. La cosa era más seria de lo que parecía.

En el aviso informaban sobre la aparición de un nuevo virus, el “ZV-22”. Este convierte a las personas en muertos vivientes, caníbales que persiguen a todo aquello con vida para poder alimentarse.

Se cree que el virus ha sido creado artificialmente con el fin de exterminar a la humanidad. Los contagios se producen mediante mordeduras o rasguños. De momento no se tiene más información al respecto. Sus síntomas iniciales son muy fáciles de identificar; algunos pueden ser fiebre alta, tos seca, mareos persistentes o incluso desmayos.

Finalizó la transmisión por televisión.  El infierno había comenzado.

THIS IS THE END [EDITANDO PRIMERA PARTE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora