Más de 300 años habían transcurrido luego de la gran batalla contra el rey demonio, en la actualidad todo era paz, tranquilidad, sin miedo a esas criaturas siendo ahora un solo cuento para asustar a los niños traviesos y por fin un sin fin de almas...
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Su hermano lo noto enseguida y supo de que se trataba, Akaza estaba muy rojo y con una tonta sonrisa. No lo convirtió en demonio como quería en su batalla pero si en otra cosa por los mensajes.
Sin molestar ni poner atención a nadie más en el auto reviso su móvil a fondo, averiguando cómo funcionaba cada aplicación que tenía, aprendía rápido y cuánto más veía más se daba cuenta que estaba loco, muy loco por Kyojuro, habían varias notas que le describían, sin contar las demasiadas fotos de el rubio comiendo, dormido, riendo, avergonzado, enojado, exponiendo en sus clases, algunas de ellas eran borrosas parecía que las tomaba sin que el menor se diera cuenta, lo peor fue cuando llegó al calendario lo tenía lleno de fechas tan triviales como:
" Día que comimos fideos en el descanso "
" Primera vez que tomo su mano "
" Día que lo ví dormir "
"Primera vez que me obligan a lavar ropa"
. . .
Cada fecha en el calendario estaba enlazada con una nota que decía a detalle su día junto con su pareja, vaya, eso era . . . ridículo y muy tonto !!
¿Enamorado de su enemigo mortal? No lo creía y menos con ese nivel de cursilería, no, debía de ser una gran broma de mal gusto esa era la única explicación razonable, no lo soporto apagó el teléfono una vez que llegaron a la casa y se acomodo en la sala, esa alegría y sonrisa tonta se habían esfumado, no podía creer que era un débil, ridículo, enamorado y alocado joven hormonal.
Le pondría fin, nadie jugaba con él de esa manera tan ridícula, él no era así, debía ordenar su vida y pronto.
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Las horas pasaron y siendo ya medio día, kyojuro se empezaba a despertar por un gran peso que no le dejaba moverse libremente, le dolió la cabeza al instante y sus ojos los sintió más pesados que de costumbre, siempre le pasaba cuando lloraba hasta dormir y de esas noches eran varias.
