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-Capítulo 6- Campamento .Parte 2.

(Narra Astrid)

Después de comer bajamos al lago casi todos, pero yo estaba super aburrida, esto parecía una competición de tíos con musculo, pero sin cerebro y por supuesto mis amigas les prestaban atención. Empecé a andar por la orilla, pero no me alejaba mucho y daba la vuelta.

La tercera vez que di la vuelta vi que Simon estaba sentado detrás de unos árboles

-Astrid: Chicas ahora vengo- Asintieron y fui a donde lo había visto -Hola- sonreí

-Simon: Hola- Me miro pero enseguida bajó la mirada. Porque siempre hace lo mismo?

-Astrid: Puedo?- Señale el suelo a su lado y asintió. Me siento junto a él y lo miro, solo me miraba de reojo -Estoy muy aburrida-

-Simon: Yo no es que sea de entretener a la gente-

-Astrid: Pero contigo se puede mantener una conversación decente, al contrario que con aquellos tres- Los señalé a lo que el rió.

El montículo de tierra en el que estábamos sentados se deshizo y nos hizo resbalar solo unos centímetros, pero los suficientes para quedarnos muy juntos. Los dos nos reíamos hasta que levanté la cabeza para mirarlo y nuestros labios estaban casi rozando se, me quise estirar un poco más pero él no me dejo, se levantó y se fue de allí.

¿Me acaba de rechazar? Me levanté y fui detrás ¿Cómo camina tan rápido? Cuando lo vi entrar en su cabaña, no aminore el paso.

-Astrid: Porque te has ido?- Le grité y los otros dos se quedaron mirándome -Podéis salir?-

-Jamie: Por qué tendríamos que hacerte caso? Es nuestra cabaña-

-Astrid: Iros-

-Simon: Por favor- Se levantaron y salieron, el aun me daba la espalda.

-Astrid: Respondeme!- Se gira y me mira.

-Simon: Para que quieres besarme? O hacer el intento. Para luego reiros todos de mi?-

-Astrid: Por si no te has dado cuenta estábamos solos, y yo no me rió de ti-

-Simon: Dime porque querrías! A mi?-

-Astrid: No lo se, simplemente es así. No todo tiene un porque científicamente demostrado- Me apoyo en la pared con los brazos cruzados -Porque piensas que nadie se puede reír de nadie con un beso?-

-Simon: No lo se, se han reído tanto de mi ya... Como cuando me gustó Abie en primero- Rodé los ojos.

-Astrid: Simplemente no pare de pensar en ti. Desde el día de la fiesta. Fuiste tan amable..-

-Simon: Quieres besarme por ser amable?- Dijo con el entrecejo fruncido.

-Astrid: No solo eso. No lo se- Relaja su expresión y pone las manos en las caderas.

-Simon: Tú eras la novia de Tomas. Porque te fijarias en mi?- 

-Astrid: Como he dicho antes, contigo se puede hablar- Me acerqué poco a poco a él, hasta ponerme delante .

El no apartaba su mirada de la mía, yo mordí ligeramente mi labio inferior. Quiso apoyarse en la litera pero calculó mal y se cayó sentado

-Astrid: Estás bien?- Dije riéndome

-Simon: Tengo la sensación de que siempre lo estropeo todo- Se tapó la cama y terminó de tumbarse en el suelo, yo aun riendo me arrodille a su lado y le quite las manos de la cara. 

Lo mire sonriendo y poco a poco me acerque, apenas rocé sus labios y lo volví a mirar. Sus pupilas estaban dilatadas y sabía que no daría el paso, así que lo bese, eran blanditos y cálidos. Sin separarse de mí, se incorporó hasta quedar sentado y apoyó la espalda en la cama y con delicadeza me acercó más, rodee su cuellos con ambos brazos y coloco una de sus manos en mi cadera. Me hacían tanta gracia que fuera tan tímido.

Nos separamos para coger aire y note, por su cara, que algo no iba bien. 

-Astrid: Que pasa? -No he preguntado si tenía novia ni nada.

-Simon: No quiero que nadie se ría de mí, por... Porque me gustes-

-Astrid: Que tal si esto queda entre tu y yo. Nuestro secreto-

-Simon: Creo que es buena idea. Viendo los antecedentes...-

-Astrid: Olvida te de ellos- Me subí ahorcajada sobre él y volví a besarlo, puse las dos manos en su mandíbula y noté como puso de nuevo una mano en mi cadera, pero la quitó enseguida y la volvió a apoyar en el suelo.

-Astrid: Toca lo que quieras, no te de vergüenza- No iba con segundas, es que ni siquiera me tocaba el brazo. Cogí sus manos y las puse en mi cintura y sonrió.

Seguimos con nuestro beso y al momento, puse otra vez mis manos sobre las suyas y las baje hasta mi trasero, abrí los ojos para mirarlo y aún así pude comprobar que estaba más rojo que un tomate.

Fui bajando mis manos y las metí por dentro de su camiseta, y lo que notaba era justo lo que había visto esta mañana, tenía una tableta súper definida. Así que me quite la camiseta y lo mire, dios está buenísimo!!!

Se dio cuenta que me sorprendí y sonrió nervioso.

-A: Que tal si empatamos- Me quite la camiseta y me quedé en sujetador, los ojos le hacían chiribitas.

-S: No crees que vas un poco rápido?-

-A: Quieres que pare?- Negó con la mirada fija en mis pechos, por como me miraba lo deduje.

-A: Eres.. Virgen?-

-S: No- Lo mire a los ojos -Si- Trago saliva.

-A: Tu tranquilo, esta vez no pasaremos de aquí-

-S: Esta? Habrán más días?- Lo mire frunciendo el ceño -No me refiero a nada, sino que a lo mejor te arrepientes- Lo calle con un beso.

-A: No te calientes la cabeza- Se acercó y esta vez me besa él, sonreí ante esto. Puso las manos en mi trasero, pero las quitó, en seguida las volvió a poner. Recordaría lo que le he dicho.

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