-Capítulo 1- Astrid

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Los primeros días de instituto nunca hacíamos gran cosa, por eso mucha gente faltaba para alargar el verano. Solo asistían los nuevos y los friquis (pelotas de los profesores...)

Yo estos días estuve quedando con mis amigas, no las veía desde que acabó el curso, porque en verano me voy con mi familia a España. Es mi verdadero país, pero vivimos en Seattle (EE.UU.) por el tema de aprender idiomas y el dichoso trabajo de mi padre; por esto también vivimos en Francia y Portugal, pero ya llevábamos 5 años aquí.

A mi me pilló justo en la época de entrar al instituto, y tuve la suerte de poder quedarme en el mismo sitio. También tuve la suerte de que toda mi clase pasemos juntos a bachillerato, me gusta conocer a la gente, saber a quién le puedo pedir los apuntes, de quien no fiarme, etc.. A demás mis amigas están conmigo :D

Por mala suerte a mis hermanos no les paso lo mismo. Los dos mayores, Ana y Lucas, que son mellizos, pasaron la mitad de la ESO en un sitio y la otra mitad en otro, por suerte la carrera la han podido acabar bien. Me explico, somos 4 hermanos: Los mellizos, yo y la pesadilla de niña a la que mis padres tuvieron por accidente, nadie la soporta, excepto mamá, por supuesto. Es su ojito derecho, la mima demasiado...


(...)

Hoy quedamos para ir al centro comercial y comprar algo de ropa para empezar bien el curso, era nuestro primer año de bachiller, durante toda la secundaria habíamos ido con el horrible uniforme azul y verde, pero este año iba a ser diferente!!

-Adele: Es la primera vez que vamos a ver como se viste la gente de clase-

-Lydia: Va a ser muy raro, el primer día, que vayamos - aclaró - todo el mundo estará pendiente de la ropa que llevemos- Se mira en el espejo una vez más, posando.

-Abie: Cómo se vestirán los cerebritos?-

-Lydia: Como friquis, que esperas?-

-Abie: Pregunta tonta- hizo un gesto con la mano.

-Astrid: Vamos a comer algo?- Eso hicimos, estaba realmente hambrienta, de camino a la cafetería que había justo al lado del gimnasio, nuestra favorita, nos encontremos a un montón de gente conocida.

Mañana ya era obligatoria la asistencia así que hicimos planes y empecemos recordar las viejas rutinas, pocas ganas tenía de escucharlas...


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