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-Capítulo 13- Nuevas experiencias

Cuando me desperté al día siguiente vi la cosa más bonita que el ser humano puede crear, Astrid durmiendo boca abajo junto a mi.

La desperté con suavidad, nada más abrir los ojos me sonrió, me acerque y le di un suave beso en los labios, la volví a mirar y esta vez ella me besó, pero este era apasionado y salvaje, nuestras lenguas jugaban una con la otra. Nos giremos y ella se puso sobre mi

-Astrid: Lo hacemos y desayunamos o desayunamos y lo hacemos?-

-Simon: Desayunamos y lo hacemos-

Nos levantamos y bajamos a por algo para comer, traguemos el zumo de naranja que habíamos exprimido lo más rápido posible y volvimos a subir, no era un desayuno muy completo, pero me vale.

-Simon: Quiero probar algo nuevo- Creo que sabe a lo que me refiero.

Nos tumbamos en la cama y lanzamos los pijamas al suelo, primero la beso, simplemente y poco a poco voy bajando, a su cuello, sus pechos, la barriga.. Paro y vuelvo a sus labios, se que eso la tortura, pero es divertido. Bajo la mano acariciándola hasta la cadera, luego la pongo entre nosotros y me aparto un poco, ella instintivamente abre las piernas y repito lo que hice ayer, está muy mojada y no puedo negar que me encante que esté así por mí y para mí. Empiezo a menear los dedos por toda la superficie y me deleito con sus gemidos. Vuelvo a bajar y empiezo a repartir besos por la cara interior de sus muslos, aunque aún estoy con los ojos cerrados. Cuando los abro la miro a ella y luego lo que estoy haciendo con los dedos. Me acerco y empiezo a repartir suaves besos en el lugar adecuado, a juzgar por su reacción, luego repito lo mismo pero con la lengua, sin dejar de mover los dedos. Me dejo llevar un poco, tampoco es que supiera muy bien lo que hacía pero parecía que a ella le gustaba por sus gemidos.

Luego me hace tumbarme en la cama y ella hace lo mismo conmigo, pero parece que ella sí lo ha hecho antes, no se que hacer, mi primer instinto es cogerla de la cabeza, pero me parece rastrero, así que agarro las sabanas y apretó los dientes, es una sensación sublime. Pero justo cuando estoy a punto de llegar para, la miro sin entender porque y veo como se sube sobre mi y empieza a menear las caderas, creo que hoy me quiere matar..

(...)
Aquí no hay mucho más que hacer que ver la tele, hablar o hacer el amor, porque el agua a estas horas aún está helada. Pero me conformo con su compañía, aunque creo que ahora sería el momento perfecto para terminar de leer el libro ¿A ella le gustará leer? De todas formas no lo he traído.
Ella se empeñó en hacer la comida sin ayuda, así que estoy en el sofá aburrido. Me pregunto como se lo diré a mis padres, será incómodo, y.. ¿Ella me presentara a los suyos? Esto es un poco lio. Me llama para comer, y nada más verlo me entra hambre.