Un timbre y algo más

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Skeppy despertó con el sonido insistente del timbre. Una y otra vez, la persona que estaba en la puerta debía de tenerle un odio terrible al pobre aparato.

Trató de cubrirse la cabeza con una almohada, pero se dio cuenta que, en la posición en la que estaba, no era precisamente una buena idea tratar de llevar a cabo esa idea.

SkepticalHalo se encontraba de lado sobre la cama. Su cabeza se apoyaba contra el brazo de su esposo, BadBoyHalo, quien le envolvía con sus brazos desde atrás en medio de un abrazo algo flojo y roncaba suavemente por encima de su cabeza. Como prácticamente siempre, a Skeppy le había tocado ser la cuchara pequeña.

El timbre comenzó a perder un poco de intensidad. Probablemente la persona en la puerta había decidido que masacrar el timbre no iba a hacer que le abriesen la puerta más rápido. O quizás era que a la gema dejó de interesarle el ruido y comenzó a ponerle más atención a su esposo. No lo sabía a ciencia cierta. Tampoco importaba. Lo único que le importaba era la respiración suave de Bad, que comenzó a llenar sus sentidos poco a poco.

Trató de apartarse un poco para poder girarse y admirar un poco el rostro del demonio, pero hubo dos cosas que le imposibilitaron llevar a cabo su acción. Primero fue la cola de Bad, enredada en su tobillo izquierdo, la cual apenas sintió algo de movimiento, apretó su agarre. Lo segundo fueron los brazos de Bad que, motivados por la reacción del otro apéndice, jalaron instintivamente a Skeppy de nuevo a su posición anterior, incluso si este no había podido moverse más que unos pocos centímetros.

—¡Bad! —Se quejó la gema, algo exaltada, pero entre susurros, para no despertar abruptamente a su contrario. Este simplemente soltó un gruñido entre sueños y luego siguió durmiendo. Skeppy suspiró, un poco derrotado, pero el sonido del timbre aún le llegaba a lo lejos de forma suficiente como para intentar levantarse. Mínimo para ir a gritarle que la persona en la puerta que se calmase de una buena vez.

Con mucho cuidado de no alejarse demasiado ni de jalar la cola de Bad (según las palabras del demonio, eso podría ser doloroso), poco a poco comenzó a darse la vuelta en la cama hasta que, con bastante esfuerzo y separándose lo mínimo de su esposo, estaba frente a frente.

Levantó las manos con cuidado, deslizándolas rápidamente sobre el pecho vestido de Bad y tomando sus mejillas. Les dio una suave caricia antes de comenzar a atacar su rostro con rápidos y suaves besos. Uno en la frente, uno en la punta de la nariz, uno en medio de los ojos, uno en una mejilla, uno en la otra mejilla, etcétera. Sólo paró cuando hubo movimiento por parte de su contrario.

Un gruñido bajo, tan bajo que apenas podía escucharse, salió del pecho del demonio. Abrió los ojos lentamente. El gruñido poco a poco se transformó en algo parecido a un ronroneo.

—S'geppy —dijo con la voz grave y adormilada que todos tienen al despertar.

—BadBoy —saludó el diamante con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué hora es? —El demonio alzó un poco la cabeza, entrecerrando los ojos al ver la cantidad de luz que había-. Aún es de día.

—Lo sé, es muy temprano. Debe ser mediodía o algo así —Skeppy hizo algo parecido a encogerse de hombros—. Pero están llamando a la puerta.

El ceño de Bad se frunció. Incluso con sus sentidos agudizados de demonio, parecía como si le había costado escuchar el timbre. Pero, en realidad, sólo estaba medio-dormido.

—No quiero ir —dijo al fin. La gema aguantó una risita.

—Quién lo diría, el gran BadBoyHalo es un grosero que no quiere atender a sus amigos, ¡wow! —Hizo una expresión de fingida sorpresa.

Brujas, pociones y algo más [Skephalo] [Skeppy×All]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora