A Sky Full of Stars

Paradise

When she was just a girl she expected the world

No sale mejor que lo de las rocas.

Tras ver a Emily morder el polvo por enésima vez en la hora que llevan, Beca se está planteando adoptar un enfoque diferente para su entrenamiento. Desaparecer de nuevo y no mirar atrás le está resultando cada vez más atractivo.

Nunca fue buena enseñando. De hecho, se había negado a escoger a un alumno para que se convirtiese en su padawan, sabiendo que no tenía ni la paciencia ni la disposición para entrenar a nadie.

Tras esa decisión, su maestro le había contado, casi como si fuera un secreto-no lo era-, que él tampoco había sido la persona más adecuada para entrenar, pero que con el tiempo adquirías tanto la experiencia y la paciencia para guiar a los futuros Jedi en sus enseñanzas.

Beca no le había hecho mucho caso en ese entonces, siempre el alma rebelde incluso después de haberse convertido en Caballero, pero sí se acordaba de aquella conversación. Justo antes de su última misión, había querido hablar con él para replantarse su decisión, pero se encontraba de viaje en otro planeta, y debido a los acontecimientos posteriores, nunca tuvo la oportunidad.

Volviendo al presente, ve como Emily se sienta resignada en el suelo, sin aparente intención de levantarse de nuevo para seguir con su duelo de entrenamiento. La joven padawan no había conseguido romper su defensa ni golpearla, por lo que entiende su desanimo.

Sin embargo, eso no significa que vaya a permitir que se rinda tan fácilmente. Tendrá poca paciencia, pero también es muy cabezota, así que va a cumplir su promesa de entrenar a Emily en condiciones, cueste lo que cueste.

Con esa determinación, se sienta en el suelo junto a la joven, lo suficiente cerca para mostrar su apoyo, pero sin intención de agobiarla. Tras unos minutos de silencio, Emily levanta la vista y la mira.

-Lo siento...- es lo primero que dice. Beca solo mira hacia el bosque que comienza donde acaba el claro, intuyendo que la joven tiene más que decir. -Sé que piensas que esto es una pérdida de tiempo y no te culparía si ya no quisieses entrenarme, y de verdad que siento mucho no estar a la altura de tus expectativas. Estoy defraudando a todas las personas que luchan a mi lado y...y...-. Emily comienza a llorar y se frena en sus palabras, por lo que Beca aprovecha para comenzar a hablar.

- ¿Sabías que tardé casi el doble de tiempo que el resto de los niños de mi clase en aprender a convocar la Fuerza? Como consecuencia, también tardé una eternidad en usar una espada láser, porque primero tenía que superar esa etapa de mi entrenamiento-.

Cuando siente la mirada de incredulidad de Emily, Beca se vuelve para mirar a la joven, que sigue llorando, pero ahora solo parece confundida. -No era buena concentrándome. Tenía demasiada energía y era muy rebelde, una mala combinación, por lo que me pasaba el tiempo metiéndome en problemas en lugar de centrarme en mi entrenamiento- Beca sonríe internamente al pensar en alguna de sus payasadas, decidiendo que algún día se las contará a Emily- Sin embargo, eso casi acaba conmigo siendo expulsada de la Orden, por lo que no fue definitivamente mi mejor momento-.

Siente que Emily quiere preguntar algo, así que hace una pausa en su historia para decir: -Paciencia padawan, hay una enseñanza en esta historia-. Casi se ríe al ver como Emily cierra la boca de golpe, por lo que continua con su relato.

-Decir que me asusté por casi tener que abandonar la Orden es un eufemismo. Aun así, tampoco sabía qué hacer para conseguir usar la Fuerza, así que empecé a fallar en todos los demás ejercicios-. Beca respira hondo recordando esos momentos.

-Un día, un maestro me llevó a la ciudad. Me dijo que observara a mi alrededor, a la gente que vivía allí, que sintiera el flujo de la Fuerza en cada una de ellas. Cuando cerré los ojos e hice lo que me dijo, me señaló que toda la galaxia está conectada. Que nuestro deber como Jedi era proteger esa conexión, proteger a las personas que formaban parte de ella, manteniendo la Fuerza equilibrada. Sentí esa conexión y aquellas palabras como si se hubiese abierto un nuevo camino frente a mí.