¨El día comenzó oscuro, la tristeza roza todas las esquinas de mi desolada habitación. Desde mi cómoda y absorbente cama, puedo observar con detalles las pequeñas gotas que chocan contra el frio vidrio... No se me apetece levantar, al igual que todos los anteriores días, pero hoy, es particular, un tanto singular, y hasta el aroma cambio por completo. Me duele el estomago, señal clara del hambre perdido de dos días seguidos, pero prefiero seguir admirando el día y sentir todo lo que me ofrece, que levantar mi adolorido cuerpo. Me niego a sentir los mareos indicadores del deterioró, la debilidad para levantar la taza o siquiera hacer un esfuerzo exagerado para querer comer, hoy paso...¨
Los días en que el cielo gris cubre la enorme ciudad e indunda las calle de agua, son mis preferidos, porque la tristeza puede pintarse de felicidad para la perspectiva de algunos, esos como yo, que lo relacionamos con el deseo de un vago recuerdo de nuestra niñez, o porque la vida nos permitió disfrutarlos de una mejor manera.
Hoy, ver como las nubes pintan el cielo opaco con rastros melancólicos, me hace feliz. Aunque parezca totalmente lo contrario, lo relacionó con el color negro, símbolo del miedo y la melancolía, la manera tan representada de las normas de la sociedad que lo pintan de esa forma, pero, porque está pigmentación es tan querida si su representación es tan abrumadora..
Porque genera la misma sastifaccion que otras tonalidades favoritas causan, porque somos seres que vamos en constantes cambios y deseos, con gustos a cosas particulares y aveces eso que provoca un malestar en alguien, también puede causar el bienestar en otros.El aroma es la mejor parte, puedes respirar esa frescura y vitalidad que te regala, césped mojado y sonidos envolventes de un monstruoso rugido venido de la mismísima nada, esa nada que me regala los mejores días, porque la nada, a veces lo es todo.
Tenia al rededor de unos seis años, cuando solía levantarme y correr con el pijama hasta la casa de abuela Yaya, una señora de unos 80 años, tes blanca como las hojas de papel que mi hermana mayor utilizaba para estudiar, pelo un tanto tintado de rubio, rubio dorado cercano al ceniza, tan claro como el alma que recorría todo su ser. Solía levantarme a los gritos y no desayunar, solo para poder pasar tiempo con esa anciana llena de hermosas arrugas pintadas falsamente de debilidad, cosa que era todo lo contrario. Recuerdo que el pasar de mi hogar hasta ella me era un recorrido larguísimo, y espero creer que era por todo lo que percibía con mi pequeño tamaño, una aventura en la perspectiva de mis diminutos ojos, debía de atravesar un pequeño patio conectado con un largo pasillo y otro escalón que daba con la gran puerta de metal, todo para encontrar esa sensación de calidez y niñez en un cuerpo totalmente experimentado y perjudicado por los años.
-Mi pequeña niña.- Su voz temblante me recibía como si fuera una de las joyas mas hermosas de toda la gran casa. -¿Ya desayunaste o te escapaste de mamá?- Lo decía con picardía y amor, como si me acompañara en mis hazañas delictivas. Desde temprana edad solía caracterizarme por ese gran detalle, me escapaba seguido, no me gustaba seguir las normas de los demás aunque esas normas fueran dictadas por mamá, y debo admitir que en la actualidad sigue siendo así. -Ven, vamos a desayunar juntas y luego vamos a jugar al caballito.- Ella sabia lo que nos encantaba, era un ritual de amor puro entre dos cuerpos de edades totalmente diversos, tan diferentes pero idénticos.
Caballito, mi recuerdo mas preciado, nuestra conexión mas grande. Brotaba de todos mis huecos la felicidad de la diversión que eso me resultaba. -¡Hico, Hico, Caballito!- Se escuchaba de parte de ella mientras mi risa envolvía todo la sala, éramos un despertador alegre en las mañanas y una forma peligrosa de comenzar la guerra. Mi cuerpo subía y bajaba, daba vueltas y brincaba, ¿Cómo lograba sostenerme en una pierna y solo agarrando mis manos?, ¿Cómo lo lograba si sus fuerzas eran nulas?. Creo que prefiero ser supersticiosa y pensar que todo era por esa unión entre las dos. Unión que movía hasta el mas pesado ser. Por eso las arrugas siempre me resultaron solo una capa fingida del mismísimo viejo cuerpo.
Solía mostrarle mis creaciones del jardín infantil, y años mas tarde la educación primaria, creamos líneas largas de amor entre abuela y nieta, un amor impecable.
Al tiempo, la llegada de la primera computadora en toda la casa, fue el proceso de mi inteligencia y ella era parte de eso, veíamos videos de animales peludos que nos hacían reír, me ayudaba a idear dibujos que creaba ahí dentro, leíamos mis primeras escrituras y analizábamos las palabras rimbombantes que tanto nos atraían.
Mi Yaya, también era toda una artista, cantaba, bailaba y actuaba. Era una mujer muy hermosa, tanto de joven como de grande, coqueta e inteligente.
"Eche, amigo, no más; échame y llene
Hasta al borde la copa de champán
Que esta noche de farra y alegríaEl dolor que hay en mi alma quiero ahogar"
Su voz se escuchaba en todo momento liberar la armoniosa canción de tango que tanto caracterizaba a su época.
Canto que recuerdo y recordare hasta el día de mi muerte, porque jamás paró de cantarla, era su canción favorita, su parte preferida, su perfecta conexión con el pasado.
Sigo recordando todo con grandes detalles, su voz, su cuerpo, su aroma, su ser completo, porque éramos una misma en épocas diferenciales, dos gotas de agua que unidas eran mas grandes.
Pero... el fenómeno del Olvido era mas fuerte, siempre fue mas fuerte...
Gracias por seguir leyendo.♡
Recuerden:
Esta pequeña historia, no es una respuesta a cualquiera que sea tu situación actual.
Si te hace sentir mejor, utilízalo sólo para desahogar todo aquello que tengas guardado. Permítete llorar mientras disfrutas del desenlacé literario, pero jamás, sobre todas las cosas, utilices esta historia para tomar una decisión, y recuerda que todo es ficción!Actualización siempre que pueda.🍃
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~ Antes De Mi Carta Suicida ~
Random~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Nacemos, "vivimos" y morimos. Pero, ¿A que costó? No quiero, me taladrea la mente saber que estoy a pasos de poder perder la vida o que estoy en busca de eso, porque sí, vamos en busca de algo que no sabemos como conseguir...