La pequeña caja de deseos de Pelusa, la gata de Spreen. Pelusa no es sólo una simple gata, es bastante inteligente.. lo suficiente para notar la tristeza de la mayoría de los integrantes de Tortillaland (2). En especial la tristeza de su dueño, que...
Capítulo corto y recomendación de poner la melodía del multimedia para ambientación ♡ [es suave, puedes ponerla con audiculares/airpods]
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Grandes rayos se escuchaban en la lluviosa noche que abrazaba los pueblos de tortillaland, animales y mods o incluso personas, como un joven muchacho de unos 25 años de edad, que se encontraba usando su capa como su método para cubrirse de la lluvia.. la lluvia era algo bonito de disfrutar si no fuera por que la vida del hechizero y su cerdo estaba en riesgo.. Tanto caminar lo hizo divalgar en sus pensamientos..
¿Por que yo? Por que siempre tengo que ser el culpable yo, hay más gente que es más propensa a serlo..
Decía mientras caminaba por el solitario pueblo verde, hasta que.. algo cayó por las mejillas del hechicero camuflandose con la suave lluvia. Una lágrima tras otra..
¿Por que no puedo ser feliz y ya? M-me estoy esforzando con hacer las cosas bien y todo, pero esto no me ayuda, ahora con la única persona que al menos pensé que empezaría una nueva amistad.. me amenaza de muerte..
El hechizero miro hacia el cielo haciendo que las gotas cayeran en sus algo empapados lentes.
- Dioses del todo.. me odian? Digo.. que hize para tener esta vida de mierda.. o es.. tan sólo ¿mi culpa?.. - pregunto sólo Juan.
Bajo la mirada, puso un ojo en su reloj de mano, ya habían pasado 8 horas desde la amenaza, no creo que salga de esta, ese Oso lo hiba a matar.. lo aceptaba.
- Heh.. que patético que soy - Comento en el comienzo de un leve llanto.
Odiaba este sentimiento, de que todo ya se terminó y que ya no había que hacer al respecto.. un sentimiento de vasio que tiraba a la basura todo lo que había dado mucho amor y esfuerzo. Que ya no valía la pena esforzarse de tantas cosas, todo fue una vaga pérdida de tiempo. Estaba sólo..
O.. bueno eso creía..
Una cola blanca se asomó por los pies del pobre hombre decaído, logrando que su mirada se iluminara al escuchar ese típico sonido..
- Meow - emitió la gata que tanto buscaba.
Juan inmediatemente volteó y la alzó gritando su nombre en felicidad.
- ¡PELUSA! AY, NUNCA ME ALEGRÉ TANTO DE VERDE GATA DE CAGADA! - decía mientras daba saltitos de emoción.
Parece que la gata se había ofendido y lo hubiera rasguñado por abrazarle, pero.. ella había escuchado todo lo que decía en voz alta..
- D-debo llevarte a casa de Spreen rapido aún tengo tiempo - Dijo algo más animado con la posibilidad que se solucione el conflicto.
El hechizero con su única leve fuente de calor.. su capa, se la saco y se la ofreció para que no se enferme, es lo que menos deseaba, capaz piensen que sea por que Spreen lo mataría si Pelusa está enferma por la lluvia, pero en realidad es que.. Juan prefería mil veces que se enfermara el antes que la pobre gata.
