La pequeña caja de deseos de Pelusa, la gata de Spreen. Pelusa no es sólo una simple gata, es bastante inteligente.. lo suficiente para notar la tristeza de la mayoría de los integrantes de Tortillaland (2). En especial la tristeza de su dueño, que...
Todo comenzó con la "leve" explosión de la entrada de su polleria.. hasta la destrucción emotiva de la casa/terreno de Reborn.
Ahora.. llegamos a un pobre oso herido, intentando pararse de todos los escombros, en busca de un poco de luz. ¿Que había pasado? Pues, resulta que Reborn estaba con ansias.. muchas ansias de vengar su hogar. La ciudad había sido completamente destruida, no quedaba nada en pie. Ni el oso ni sus mascotas..
El oso se quedó unos momentos sacando un gran trozo de cemento que habia caído ensima suya, estaba casi inconciente por el gran golpe. Su frente sangraba, sus lentes rotos, su ropa? En la miseria.
Poco tiempo paso desde que salió de el escombro ese para ver a su alrededor, estaba.. todo destruido. Su Polleria, su ciudad, su empresa y su casa.. No quedaba nada.
- Meow -
Maullo su gata. Se escuchaba en eco por la lejania pero por el destrozo lograba escucharla..
- ¿PELUSA? - Grito el Hibrido, reaccionó recordando que su gata estaba en un búnker que habia hecho para la guerra que se había creado.
Corrió como pudo. Tenía pedazos de escombros clavados en su palida piel, pero eso no importaba ahora, nada importaba, sólo su gata. Estaba esperando que este bien o eso quería creer.
Fue de sus sorpresa ver que el suelo de donde se encontraba la entrada "secreta" de su Búnker había sido detonado. Pronto bajo como pudo, corrió por el pasillo que se le empezaba ha hacer inmenso.
Gritaba por su pequeña amiga, que estuvo con el desde el primer momento. "Porfavor, que este bien.." decía en su mente.
- ¿Pelusa..? - Su voz se empezó a quebrantar, llevo sus manos a su boca mientras temblaban levemente.
Una vez adentro lo primero que logró encontrar fue sangre, rojiza que manchaba y destacaba de el oscuro piso de obsidiana.. Pronto logró ver pedazos de aquel pelaje brilloso de Pelusa. No podía decir o pensar algo coherente en ese momento, tan solo estaba tratando de sacar los escombros, no le importaba que se le clavaran pedazos y comenzará a sangrar más de lo que estaba antes.
No le importaba.
Tan sólo quería que ella este bien, que no sea lo que sea que estaba pensando...
¿Porfavor?
Lamentablemente, eso no evitaría encontrar a su amada mascota tirada en el suelo. Sin vida.
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Lo siguiente que sólo se puede ver es a un oso corriendo por las calles de la Isla Naranja en dirección a la Isla Verde.
Varios veían como el pasaba corriendo, tratando de hablarle por que no se veía bien, en lo mínimo. Y tenían razón, el oso estaba por desmayarse, estaba perdiendo sangre, pero no podía parar. No ahora, estaba con el reloj en contra.
Su vista era borrosa, pero no quería cerrar sus ojos. Pelusa necesitaba de el y por cuánto más le doliera el cuerpo. No importa, no era importante.
Una vez cruzó el portal de la isla Verde se dirigió a en donde se encontraba aquel hechicero. Era su última esperanza, se había enterado que había traído de nuevo a la vida a su cerdo múltiples veces. Si podía hacerlo con su cerdo, podría hacerlo con Pelusa. Tenía que.
Las escaleras parecían infinitas, no le quedo más de otra que usar EnderPearls.
Tiro la enderpearl, no había llegado del todo arriba. Su vista es borrosa y casi la tira al océano, faltaba poco para llegar..
Estaba tan cerca de la puerta del santuario, su corazón estaba a mil. Toco la puerta.
Toc
Toc
Toc
¿Por que nadie abre?
Lo último que vio fue a su gata y una gran oscuridad antes de desmayarse en la entrada.
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Perdón que sea algo corto y eso.. No tengo una excusa para decir el por que no escribí más pero Hey!
