STUPIDX!

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En otras noticias, la Corporación Baker vuelve a poner en alto el nombre del país al ser los numero uno en producción industrial a nivel internacional.

Desde transporte, telecomunicaciones, comercio, finanzas, turismo; los sectores que abarca aportan más del 55% del PIB y es generadora de 6 millones de empleos en todo el país. De no ser por esta familia probablemente el futuro de nuestro estado sería incierto.

En más de una ocasión se le ha preguntado al director, Fernand Baker cuál es la razón de su éxito y él con absoluta humildad lo atribuye y agradece todo a su familia. Sus hijos, Jason y Karin son su mayor orgullo; por tal motivo, y gracias a la enorme amistad que guarda con el presidente de nuestro país, el señor Fernand tuvo la oportunidad de construir una escuela a la par de las exigencias de los problemas internacionales actuales; la North High.

Este instituto es el más prestigioso y exclusivo del país y cuenta con el ingreso de los estudiantes más excepcionales no solo de nuestra nación, sino además de México, Estados Unidos y parte de América Latina. Actualmente, se dice que en esta escuela estudian los gobernantes del mañana, incluidos los herederos de la Corporación Baker...

Mi madre adora ver este tipo de noticias.

Cuando descubrió que existío una posibilidad de entrar a North High con el programa de becarios "Los jóvenes del mañana", no perdió la oportunidad de inscribirme para intentar tomar un puesto. Y a pesar de mis excelentes notas y actividades extracurriculares, el espacio vacío no fue llenado por mí.

Suelto un suspiro, y tomo el mando a distancia para apagar el televisor, termino de limpiar las mesas, y acomodar los manteles; me saco el mandil del cuerpo y lo cuelgo a lado de la entrada de la cocina. Mamá está fuera acomodando los paquetes de la tarde y papá saca la basura por la puerta trasera. Mi turno dentro del restaurante ha terminado y las entregas a domicilio me esperan.

—Me voy Gyna.

—¿Segura que quieres ir hoy?—me pregunta mi mejor amiga y compañera de trabajo.

—Ya sabes que dice mamá de esto—ella asiente con la cabeza y me despide con la mano. Yo salgo del local y me dirijo al pasillo de lado izquierdo.

—Ya está todo en la caja, los nombres de los dueños están en cada tapa y ya sabes cuál es el precio de cada platillo.—dice mamá cerrando la "cajuela".

—Si ma, nos vemos al rato—Me subo, conecto la llave a la motocicleta y enciendo el motor.

—Cuidate Meg.—dice mamá a mis espaldas.

Cualquier otra persona puede decir que es peligroso e ilegal para alguien de mi edad usar una motocicleta, pero yo lo veo como la única manera de ayudar a mis padres.

Vengo de una familia que se esfuerza día a día por salir adelante; a diferencia de los Baker, no nací en cuna de oro ni mis padres tuvieron los estudios suficientes para desarrollarse en un mejor ámbito laboral. Mi madre estudió hasta la primaria y a los 15 años comenzó a trabajar en restaurantes y hoteles como camarera, mi padre por su parte tiene una carrera técnica en automotriz, pero al no tener las herramientas suficientes no puede desempeñarse en ese ámbito.

El restaurante lo abrieron cuando yo cumplí los tres años de edad y ha salido a flote pese a todo.

Mi hermano es dos años mayor que yo, él terminó la secundaria y actualmente trabaja en construcciones como obrero; yo por mi parte estoy en tercero de secundaria y espero terminarla para poder aportar más dinero en la casa.

El claxon de un auto me saca de mis pensamientos, acelero para continuar mi camino. Actualmente ser el servicio a domicilio del restaurante es lo que mejor hago.