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Guerra contra los Baker


—No puedo creer que papá nos prestara el auto...

—Deberías acostumbrarte, es mejor que venir ambos en la motoneta.

Han pasado dos días desde que recibimos la oferta de ser becarios en la North High, y por sorprendente que parezca fue tiempo suficiente para cambiarme de institución educativa. Mis amigos y maestros estaban tan contentos con la noticia que parecía querían correrme antes de tiempo.

Vendidos.

—¿Sabes? Creo que el único que lamenta mi partida es James.

—Eso es porque le cubres sus faltas en el trabajo hermano.

—Creo que él es mi único amigo.

Estamos dentro del viejo Tsuru de papá rumbo a nuestro nuevo colegio; recibimos una llamada desde la dirección diciendo que todo estaba listo para nuestra llegada a las aulas de clases. Y pese a que cuando lo dije estaba segura de mi decisión, lo cierto es que aún dudo del hecho de estudiar en una escuela solo para ricos. Es decir, ¿Cómo serán ellos?. Ya se ha visto que los 4H lideran y mandan, y que nadie se entromete en sus decisiones; también puedo estar segura de que el dinero puede más que nada. En realidad no tengo muchas expectativas sobre el cuerpo estudiantil en general, si le hicieron bullying a una persona al punto del suicidio, ni si quiera pueden ser seres humanos.

—De todas formas, ¿Podrías explicarme por qué llevo uniforme? ¡Soy universitario!—dice mi hermano jalando de su corbata.

—Se te ve bien, podría decir que hasta luces un tanto atractivo.

—Supongo que algo tan caro puede hacer ver mejor a cualquiera.—El uniforme consiste en una falda plisada de color gris, calcetas y blusa de vestir blanca, un saco corte princesa guinda con el escudo de la escuela bordado en dorado del lado izquierdo y al cuello un listón en moño negro en conjunto con los zapatos. En el caso de mi hermano, la falda, el corte del saco y el listón se cambian por pantalón de vestir, corte slim y corbata respectivamente.

—Debes de admitir que es hermoso.

Liam llega a la pluma de entrada y enseña el gafete de estudiante, el vigilante pone una cara extraña, la que dice que en su vida había visto a alguien entrar con un carro que no fuera del año; después de un segundo asiente y sube la barra de seguridad.

—¿Si esta escuela es de tanto dinero, porque no tienen un detector eléctrico como en los centros comerciales?

—¿Esa es la duda existencial del día?—Mi hermano ríe mientras da vuelta en el estacionamiento.

Me da gusto verlo así, sin preocupaciones por el trabajo, las horas extras o la falta de dinero en la casa; con ese toque alegre, despreocupado y divertido más acorde a su edad. No sé en qué momento comenzó a comportarse como un adulto, pero no se merece toda esa carga y responsabilidad que mis padres estaban poniendo en sus hombros y me alegra haberlo ayudado.

Liam termina aparcando el coche a lado de un convertible azul eléctrico, apaga el motor y voltea su torso a los asientos traseros para sacar nuestras mochilas.

—¿No pudiste pararte en un lugar donde el bicho se viera más decente?

—Acéptalo Megan, en ningún lado de esta maldita escuela podría verse decente esta chatarra.

Salimos del coche y yo saco el programa de bienvenida de mi mochila, en este vienen pasos a seguir para poder "incorporarse" al plantel.

—Aquí dice que debemos ir a Rectoría por instrucciones antes de cualquier cosa, nos darán una charla de bienvenida y esas cosas.

STUPIDX!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora