Felicidad

93 5 0
                                    


Nebra estaba feliz.

Intentaba mantener su comportamiento lo más sereno posible para que nadie sospechara de su pequeño secreto, pero su felicidad era evidente en la sonrisa que ahora permanecía constantemente en sus labios, en el brillo de su mirada y su buen humor, tan evidente que le hicieron mención en varias ocasiones.

Incluso se le hacía más fácil ser educada con Noelle.

Su hermana la miraba con ojos desconcertados cada vez que trataba de ser amable, lo que la hacia sentir incomoda por lo que terminaba volviendo a su tono tosco normal, todavía necesitaba saber las razones del por qué Nozel se disculpó, aunque entendía el sentimiento de agradecimiento por su ayuda durante la invasión debía haber más que eso, odiaba estar fuera del secreto.

Y Zora no ayudaba, cada vez que intentaba convencerlo de que le sacará información a Noelle le decía que le preguntará a Nozel, pero no podía hacer eso, sería irrespetuoso, Nozel tomo la decisión de no decirle y debía respetarlo.

La asustaba la respuesta a su pregunta, pero la irritaba más no saberlo, su curiosidad y su miedo se debatían en su pecho cuando lo pensaba, Zora insistía en que resolviera las cosas para que pudiera tener una buena relación con su hermana, lo que según sus palabras seria beneficioso para ambas.

Nebra todavía no estaba muy convencida.

- Nebra. – Se detuvo a mitad del pasillo al escuchar a Solid llamarla, se giro arrugando el rostro al ver su expresión enfadada.

- ¿Solid? ¿Qué te sucede? – Apenas había terminado de preguntarle cuando sintió su espalda chocar con la pared, el golpe le sacó el aire de la sorpresa – ¡¿Qué pasa contigo?!

- ¿En qué estabas pensando? ¿Eres estúpida? – Solid sujetaba con fuerza sus hombros – ¡Tonteando con un campesino y pavoneándote como una prostituta!

¿Qué?

- No sé de qué hablas, Solid.

- ¿Piensas que soy estúpido? Te vi ¡Le estabas sonriendo al maldito campesino!

- ¿Y eso qué? ¿No puedo sonreír? – Se le apreto el estomago mientras un sudor frío se extendía por su cuerpo, intento empujarlo para escapar.

- ¡No a un campesino! Nunca le sonríes así a nadie más. – Gritó, aquello la tomo desprevenida, si Solid se dio cuenta probablemente los demás también lo harían – ¿A que estas jugando? ¿Te has convertido en una puta? ¿De un campesino?

- ¡Basta, Solid! ¿Cómo te atreves hablarme así?

- ¡Haré lo que haga falta para que no avergüences a la Casa! ¡No te dejare humillarte de esa forma! ¡No me importa que tenga que hacer! – Apretó su mandíbula con nerviosismo intentando pensar como resolver esta situación.

- No entiendes, Solid. No es lo que crees, estas viendo cosas donde no las hay, simplemente soy amable porque salvo nuestras vidas.

- ¡La realeza no debe favores! ¡Era su deber morir por nosotros! – Exclamo furioso – No te entiendo, no entiendo a Nozel, ni lo que le pasa a nuestra familia ¿Soy el único que todavía tiene dignidad? Noelle esta con ese escuadrón, Nozel actúa extraño y te estas revolcando con un campesino, eres una ramera, estoy seguro que padre se encargaría de él si le dijera lo que estás haciendo.

La mano le dolió por la cachetada que le propino, lo tomo desprevenido así que aprovecho de empujarlo para irse corriendo por el pasillo, sus ojos se estaban llenando de lágrimas dificultando su visión, se encerró en una de las habitaciones abrazándose a sí misma, no tenía sentido que Solid se diera cuenta, estaba segura de que no habían compartido ningún gesto sugestivo en público, no besos, no abrazos, no tomarse de la mano, solo conversaban, lo que podría considerarse un trato educado socialmente aceptable, además era Solid, no sería capaz de darse cuenta de las cosas sutiles.

Niebla y CenizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora