𝘢𝘯𝘴𝘸𝘦𝘳 𝘮𝘦•𝘴𝘯𝘬 𝘴𝘮𝘶𝘵

✨good for us; j.k & c.s✨

+18.

-Shh, rápido. Tenemos máximo una hora.

Jean nos abrió la puerta rápidamente y entramos junto a Connie.

-¿Cómo mierda sobornaste a tu amigo para que te diera la llave?-pregunté una vez que el chico había cerrado la puerta tras de sí.

-Solo me estoy cobrando unos favores-respondió petulante.

-Woa, mírenlo hacerse el misterioso-Connie lo golpeó en el hombro y ambos empezaron a pelearse como dos niños.

Sonreí negando con la cabeza y comencé a mirar la habitación. Era realmente lujosa, con cuadros y muebles elegantes, una alfombra central y al final de todo un escritorio enorme, con una silla tapizada con lo que parecía cuero detrás del mismo.

Recorrí el camino hasta aquel mueble, pasando mis dedos por la madera suave.

-Los de la Policía Militar si que tienen lujos ¿Verdad?-escuché la voz de Connie en mi espalda, su presencia me inundó y enseguida sentí sus manos en mis caderas.

Sonreí.

-Privilegios de cobardes que se esconden dentro de los muros.

-Almenos tienen más oportunidades de sobrevivir que nosotros, los suicidas de la Legión-opinó a lo lejos Jean, a lo que volteé mi cabeza para mirarlo.

-¿Arrepintiendote de tus decisiones, Kirstein?

-Pff, como siempre-bromeó acercándose.

Recosté mi cuerpo sobre el escritorio, pegando mi pecho a la madera y arqueando la espalda sin dejar de mirarlo.

-¿De todas las que has tomado?

Pareció sorprenderse brevemente, para después sonreír ante la escena.

-Mentiria si dijera que si.

-Nadie de la Policía Militar tiene oportunidad de hacerle esto a nuestra princesita-Connie afirmó su agarre en mis caderas y se inclinó hacia adelante con la pelvis. Haciendo que cerrara mis ojos por lo bien que se sentía.

-Cierto...-una mano tiró de mi cabello, haciendo que mirara hacia arriba.

Jean sonreía mientras que con su mano libre desprendía los botones de su chaleco y camisa.

-El general tendrá muchos lujos pero solo nosotros vamos a cogerte en su oficina.

No pude evitar soltar una risa mientras me levantaba.

-Más les vale.

Me incorporé para quedar en el medio de ambos chicos.

Jean bajó su mano por mi cuello hasta sostener mi mandíbula y comenzar a besarme. Sentí a Connie desprender mi blusa y recorrer lo que se encontraba bajo la misma, mientras besaba mi hombro y cuello.

Me subí al escritorio y desprendí los pantalones de Connie, haciendo lo mismo luego con los de Jean.

-Qué niña ansiosa.

Jean llevó su mano a mi entrepierna, me acaricio por encima de la ropa.

-Quiere toda la diversión para ella sola.

Se encargó de desprender mis pantalones y bajarlos, me quité las botas y el me despojó del resto. Me besó mientras guiaba mi mano hasta la entrepierna de Connie, y su otra mano a la mía.

Masajeé a Connie, encontrandolo ya erecto y listo. El seguía besando mi cuello, emitió un suspiro de alivio cuando introduje mi mano en sus boxers y lo rodeé con mis dedos.