13.:Mere Khwabon Mein jo Aaya:.

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Jungkook no se consideraba un hombre celoso, jamás había sentido esa emoción, así que la desconocía, al menos era así hasta hoy, porque cuando Hobi le envió aquellas fotos donde se lucía a la perfección el cuerpo del que había sido su mejor amante hasta ahora, siento ese escozor en el pecho de saber que alguien más estaba disfrutando el ver esas curvas que el beso una noche entera.

Por eso no lo pensó mucho y salió junto con Yoongi quien al parecer también los había sentido el pelinegro, aquel que aunque su amigo no lo dijera lo trae babeando y sonriendo como estúpido.

-Kookie más profundo bebé~... - estaban enredados como serpientes en aquella cama, con las sábanas en cualquier parte, las almohadas ni se diga y para qué colmó amenazaba con irse al suelo en cualquier momento por la fuerza de las embestidas, mismas que Kook no tenía que medir como con sus otras conquistas.

-Si lo meto más, te romperé Tae~...- era un sonido interminable de choques de piel y suspiros mezclados con gemidos, que quien tuviera oídos podía escuchar a la perfección, ya que ninguno hacía el intento por acallar.

-Y el problema sería?- Kook mojo sus labios y bajó un poco el ritmo hasta hacerlo nulo, esa forma de ser tan salvaje y de cierto modo masoquista que Tae era lo que más volvía loco al mayor, puesto que le dejaba hacer todo eso que otros no por temor al dolor no, esté parecía disfrutar con cada idea por muy extraña que fuera.

-¿Estás seguro?- el menor salió de debajo del gran cuerpo de Kook y se acomodó en cuatro sobre la cama, dejando su entrada, la cual estaba algo dilatada, viéndose muy tentadora a plena vista de quien mordía su labio con fuerza de imaginarse llenando ese lindo agujero con su otra vez duro miembro- no hagas eso Tae - gruñó, ya que el deseo se estaba haciendo cada vez mayor con cada provocación, con sus grandes manos le acarició las nalgas y se acercó a dejar un beso justo en aquel lugar, ya el asco no existía solo el morbo.

-¿No te gusta acaso?- mordió su labio y movía su trasero de un lado a otro tentando más al mayor - te necesito Kookie - y fue que, esa tierna voz de niño mimado salió de la boca de Tae, que Kook mando todo a la mierda y que sea lo que dios quiera.

-Tú te lo buscaste Taehyung- lo tomó de las caderas y lo penetró, sin mirar siquiera, a puro instinto, entrando de una, sacando el primer grito de bendito placer, mismo que lo hizo apoyar el pecho sobre la cama, para no caer de golpe las embestidas sonaban igual que si estuvieran dándose de cachetadas con toda la fuerza.

-Mmm... Kookie, Así, no pares carajo sigue así~...-se inclinó sobre aquel dudado cuerpo y dejo un beso en su espalda, misma que se erizó por completo.

-De aquí esta noche no sales oíste- tomándolo del pelo haciendo que su cuero se enderezará- serás mío hasta que me canse y créeme, eso no pasara rápido - 

El menor solo sonrió ladino pasando la lengua por sobre sus labios, retando al mayor a que cumpliera con cada palabra.

-Eso espero Jungkook -

Mientras en otro departamento pasaba algo similar, porque si, en cuanto llegaron al hogar del mayor, este estampo al menor a la pared y lo beso con más pasión de la necesaria, como si besarlo, se le hubiera hecho una necesidad empírica, una que no quería reconocer.

Tenía aquellas suaves piernas en sus hombros mientras se hundía con todo en aquel cuerpo que se retorcía con cada una de sus embestidas, y es que podría ser la vez número 4 que estaba con el pelinegro, pero siempre había algo nuevo que descubrir.

-Maldita sea Jimin eres tan estrecho~...-cada vez que su miembro entraba sentía esa presión que lo volvía loco, que solo lo hacía desear seguir y sin detenerse más al ver las caras que el menor ponía, las de infinito placer, lo que él hacía era de todo el gusto de Jimin.

-¡No pares Min!... - el aire se le hacía escaso, y el calor amenazaba con derretirlo en cualquier momento, es que hasta ahora nadie le había hecho el sexo como Min, tan demandante, pero a la vez tierno, brusco pero delicado, y lo más increíble, que no solo buscaba la propia satisfacción, sino también la suya, tenía todo para ser el hombre perfecto si él estuviera buscando algo serio, que no era el caso.

-Ni loco haría esa estupidez - aumentó más el ritmo, si es eso era posible, logrando al fin poner al menor en estado de placer máximo, ese donde no media nada y solo dejaba que el deseo tomar el control de su cuerpo, no siendo siempre la mejor decisión- mierda - masculló.

-Qué?- 

-Se rompió el condón- se levantó y quito el látex roto de su miembro mismo que estaba erguido viéndose brilloso y rojizo- no tardó - camino hasta el closet donde tenía los de reserva, pero Jimin tenía otros planes, cuando Min dio la vuelta para volver a la cama lo vio sentado en el borde con la vista fija en su entrepierna- se te antojo algo?- dijo coqueto moviendo su cadera de lado a lado haciendo.

-Por qué no lo traes aquí - apuntando su boca - y lo descubres - maldita dualidad que se cargaba el pelinegro, Min sintió la sangre, agolparse con más fuerza en su dolorida entrepierna y ver la lengua del menor moverse de esa forma en su boca no ayudaba a su estado, lo quería provocar y por dios que lo estaba logrando, sin esfuerzo alguno - que esperas - 

Camino lento y se detuvo frente a la cara de quien abrió más su boca y sacó su lengua, movió su cadera y sin usar las manos lo metió en aquella caliente cavidad que lo recibió por completo, sacando el gemido más placentero de su vida.

-Jiminie~... - sus manos fueron a la cabellera ajena y le ayudó a marcar el glorioso ritmo de la mamada, no dormirían y si lo hacían él se encargaría de quedarse dentro de ese cuerpo cada puto segundo- hay algo que no hagas bien?- aun con la boca llena el menor sonrió, lo saco y miro al mayor.

-Calla y disfruta Min - dijo antes de volver a metérselo en la boca.

Cuando llegó la noche a Khan le sorprendió no ver a sus dos chicos estrella bailando con las demás chicas, si bien los dos nuevos lo hacían bien, no causaban el mismo revuelo que Kanu y Chandra, y si bien pudo solo llamarlos y saber el porqué de su falta recordar que no tenía un contrato con ellos, hasta ahora podían hacer y deshacer con sus vidas, aunque eso pronto cambiaría si lograba convencerlos de aceptar aquel trato él sería absoluto dueño de esos dos jóvenes que desde ya tenían asegurada su vida en Hindi.

-Disfruten mientras puedan muchachos-

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*Bollywood Bar*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora