La traición

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Los sueños si insistes se cumplen .







Gracias a mis compañeras del trabajo por implicarse en la creación de este libro, sin vosotras no sería posible.

Sobre todo gracias a Nuria Jovellar por ser mi más ferviente "animadora" para completar este sueño.



Desaparecer es una ilusión cuando morir es lo único que deseas.

El engaño es más doloroso cuando además del corazón te destruyen el alma.

Hoy es un día de locos, hace dos años que estamos casados y he hecho guardias como una demente para darle una sorpresa a Leo. Lleva quejándose que lo tenía abandonado y hacía mucho tiempo que no teníamos un hueco para nosotros.

Mi amiga Tara me pregunta si lo tengo todo listo:

- ¿El picardías rojo y negro? - me pregunta.

- ¡¡Que sí, pesada!! - le contesto – también el champán en el frigorífico. Y ahora me voy para prepararlo todo.

   Madre mía me parece mentira lo nerviosa que estoy. Él es el amor de mi vida, hace cinco años que nos conocemos, nunca había visto a alguien más guapo. Es alto, más de metro ochenta y ocho, tiene el pelo castaño claro, casi rubio y unos ojos verdes con unas pestañas larguísimas. Es uno de los hombres más ricos del estado, sus padres y los padres de sus padres. Vamos como que son casi los fundadores de la ciudad. Nunca creí que se iba a fijar en mí, hija de madre separada con un pasaporte con nombre falso por si mi padre nos buscaba, salir huyendo. Las palizas fueron constantes hasta que una asociación de mujeres nos ayudó y pudimos escapar de ese horror, pero siempre estábamos preparadas.

- Cariño - me decía mi madre - lleva siempre el pasaporte contigo.

- Mami, no creo que nos encuentre.

- Hija, tú hazme caso, viviré más tranquila.

Y así me había acostumbrado, aunque ya hacía más de 10 años que mi padre falleciera. Y dos que murió mamá.

Soy una mujer de 29 años, médico  oncólogo pediátrico, escogí esta rama de la medicina por la enfermedad de mi madre. Esta profesión fue la que me llevó a conocer a Leo.

Hacía cinco años que se había inaugurado un ala para niños con cáncer, yo por aquel entonces estaba empezando las prácticas sin saber exactamente por donde decidirme.

- Hola - me dijo Leo

- Hola - me quedé mirando como una idiota. Dios mío, parece un artista de cine.

- Hola - contestó Tara con una risita tonta.

- Soy Leo Rocher - dijo sin apartar los ojos de mí.

- Yo soy Tara y ésta mi amiga Brenna.

- Tengo que ir al lado de mis padres – dijo - luego igual nos vemos.

- Jajaja, esto es surrealista - dije enfadada - ¿a qué vino esto? Hola y punto, este tío es tonto.

- Ese tío es Leo, el único hijo de los Rocher y para más información es uno de los solteros más solicitados, un pedazo de hombre - dijo mi amiga Tara.

- Pero eso no quita de que sea tontorrón - seguía yo empecinada.

Y así de la forma más tonta empezó a cortejarme y a enamorarme. Después de tres años y acabar mi especialidad nos casamos.

Y hoy iba corriendo a casa para prepararlo todo para celebrar nuestro aniversario. Llegué a casa, me bañé y empecé a prepararlo todo, me dio la risa al acordarme como lo preparé todo para estar solos sin servicio.

Después de la traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora