∆ Cuatro años después ∆
—Mónica vendrá hoy, —le comenté a mi tía, mientras que mi pies hacia un moviendo rápido debajo de la mesa. —Haremos un trabajo de Biología juntas.
—¿Otra vez esa? —Preguntó Gerard, con pesadez, —ya me aburrí de verla a cada rato por aquí.
—Pues, te jodes. Lo haremos en mi habitación, tía —digo mirándola, y después volteé a mirar a Gerard, con reproche y supuesto odio a través de ellos. —Para que no vengan sapos, a molestarnos y a burlarse de nuestras tareas.
Al terminar de hablar, ella se atragantó con su comida.
Casi te ahogas, vieja.
—Elle, no le digas así a tu primo, sabes perfectamente que no soporto ese tipo de comentarios.
—Pero, si es la verdad, Gerard lo único que hace es estorbar cuando viene visitas. Es un entrometido.
—Ya basta, elle.
—Déjala mamá, solo tiene envidia, porque yo tengo mamá y papá, y ella no tiene a ninguno de los dos. Pobrecita. —Apreté la cuchara entre mis manos.
Maldigo el día en que éste malnacido llegó a esta casa.
—¡Cállate! Yo no sé qué tiene que ver una cosa con la otra, ¿Por qué mierda siempre sacas esa tema de conversación solo para fastidiarme? —casi grité, ardida. —Sí, ya sabemos que tu padre es un Actriz famoso, y que tu madre es una diseñadora de moda super reconocida. Y ellos te dan todo lo que necesites, hasta tus caprichos. Pero si crees que por eso vas a venir a joderme a cada rato estás equivocado.
Me levanté de la mesa y salí corriendo hacia mi habitación, podría parecer una niña pequeña berrinchuda y dramática, pero esta es mi realidad. Siempre son discusiones con Gerard, siempre es lo mismo. No me deja en paz.
Y siempre lo remitiré;
¡MALDIGO EL DÍA EN QUÉ ÉL LLEGÓ A ESTA CASA!
No ha hecho otra cosa más que joderme, y siempre tiene que ser por lo mismo, por el punto débil; mi pasado.
¿Por qué llegaste? ¿Para qué? ¿No estabas bien con tu padre allá en Florida? ¿Por qué me fastidias? Me da asco tu cara, te odio.
Son las preguntas que me hago cuando veo la estúpida cara de Gerard.
Al llegar a mi habitación, me senté en mi escritorio, agarré un bolígrafo y empezé a jugar con él, mientras pensaba una idea para la clase de Biología. Necesita distraerme,y el estudio me pone full, estresante y no puedo pensar en otra cosa que no sean los estudios.
Escuché dos leves golpes en la puerta, antes de haberla cerrado puse candado, me levanté de mala gana mientras bufaba, al abrir la puerta me llevé la sorpresa de ver los ojos negros potente de Gerard.
—Elle... Yo... —No lo dejé terminar.
—Púdrete, Gerard. —Y tiré la puerta, volviéndole a pasar seguro.
Cerré los ojos son fuerza, sé que venía a disculparse, pero no, sé que sus disculpas no son sinceras, lo hace porque mi tía lo obliga hacerlo, porque si fuera él. Me dejaría morir si ve que un auto está apunto de atropellarme, o un tren.
∆ ∆ ∆
—Ya está, ¡Al fin! —exclamó, una muy exhausta Mónica.
Después de cuatro horas de estudios, por fin habíamos terminado con la tarea.
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A diez segundos de tocar las estrellas ©
Roman d'amourElle Poe tenía su vida jodida, porque literalmente es así. Su madre la asesinaron y su padre la abandonó. Actualmente está viviendo con Amelia, su tía, quién la está manteniendo desde el momento en el que su hermano marchó, así dejándole encargo a s...