A diez segundos de tocar las estrellas ©

∆ Capítulo 3: ∆

Esto de estar quedándome paralizada a cada momento me está asustando.

Las tres nos dimos la vuelta y nos encontramos con un chico mucho más alto que nosotras.

Mucha belleza para mis ojos, mejor vámonos, Mónica.

Sus ojos eran más verdes que los de su hermana.

—Shawn —Llamó Sam —Mira, ellas son Mónica y Elle. —Nos presentó.

—Hola, chicas. Mucho gusto. —Dijo amablemente con una sonrisa de lado, y dios. Que sonrisa tan encantadora.

Me enamoré.

Nuestras miradas se cruzaron y sentí algo inexplicable, ¿Puede existir amor a primera vista?

No sé, hay que verlo. Porqué literalmente pareciera que estuviera dentro de un libro, donde tengo mi romance cliché.

Que, obviamente no sucederá jamás.

—El gusto es nuestro. —Habló Mónica por las dos, —bueno, ya que llegó tu hermano. Es ahora de que nos vayamos.

Mónica tiró de mi brazo arrastrándome con ella y como pude me despedí de ellos, ella entrelazó nuestros brazos y empecé a caminar firme.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me arrastraste así?

—¡¿ACASO VISTE CÓMO TE ESTABA MIRANDO EL PIBE ESE! —Gritó en un chillido.

—Sí, no estaba ciega. —Contesté, llegamos nuestros casilleros y quité mi brazo de el de ella.

Le quité el candado al casillero y busqué lo que iba a utilizar aproximadamente.

—Uy, creo que alguien se enamoró a primera vista. —Dijo, alzando sus cejas una y otra vez. Yo arrugué mi cara, junto a mis labios.

—Ojalá y eso sucediera. —Dije, suspiré, agarre cosas suficientes para las primeras horas, cerré de nuevo el casillero y la miré, mi amiga era un amor, pero a la vez muy ilusa.

—Puede suceder, en los libros...

—Exacto, en los libros. En la realidad es totalmente diferente.

Arrugó su cara, mirándome con reproche, puse una mano en su hombro mientras lo apretaba con cuidado, dándole un poco de consuelo.

—Ya vámonos, ya sonó la campana —le dije, ella asintió y nos fuimos a nuestras aulas de clases.

∆ ∆ ∆

Las horas pasaron más rápido de lo normal, ahora me encontraba con Mónica, Sam y Shawn en el comedor, sí, estábamos con los chicos nuevos.

Yo estaba entre San y Mónica, Shawn estaba al frente de mi, y podía notar su mirada en mi, pero sin embargo no me sentí tan incómoda.

Seguro porqué finjo que no me está mirando.

—¿Y de dónde son? —Preguntó, Mónica.

—Somos de aquí, sólo que estudiábamos en el otro instituto. —Respondió Sam.

—Vaya. —Dijo Mónica, y está vez la que preguntó fui y.

—¿Y porqué se mudaron para acá?

—Nos quisimos mudar, el otro instituto nos aburrió. —Aclaró Shawn, lo miré, estaba encogido de hombros, él me miraba atentamente mientras tomaba de su Coca-Cola.

—Ya. —Contesté —entonces si estás en una relación de un año aproximadamente, y la chica te aburre. La cambias por otra ¿No?

—Eso es diferente.