2.-𝘌𝘭 𝘴𝘢𝘯𝘵𝘦𝘳𝘰 𝘺 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘵ó𝘭𝘪𝘤𝘰 →𝘏𝘺𝘶𝘯𝘪𝘯.✟

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—¡Hyunjin, ya vete de mi casa!

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—¡Hyunjin, ya vete de mi casa!

Un tercer tobito de agua fue vaciado desde las alturas de la segunda planta de aquella casa. El mencionado no hizo más que sacudirse como si fuera un perrito, e insistió con sus intenciones. No es como si fuera ácido lo que le están lanzando.

—Pero Jeongin, mi corronchito, ¡Entiéndeme, ya no puedo ocultar lo que siento por ti! —aquel hombre cuya camisa blanca se adhería a su cuerpo por el agua alzó ambas manos. A las alturas, aquel chamito de ojitos de raya fingía mantenerse lo más estoico posible, pero no sabía cuánto le duraría el teatro—. ¡Yo te amo y tú me amas!

—Yiren, busca otro tobo de agua, esto está más difícil que matar un burro a pellizcos —pidió Jeongin a su hermana menor, quién entre el estado aún medio dormida quizá olvidaría en unas horas lo que hacía de forma automática. Aun así, no ajenó una mala mirada al hermano.

—Te irás buscando otra manera de correr a tu noviecito de aquí, porque vamos a vaciar el perolón a este paso —la castaña le quitó el tobo a mala gana, perdiéndose en la oscuridad del pasillo, hacia el baño.

Jeongin se tomó unos segundos, peinando sus cabellos hacia atrás antes de alargar un suspiro y volverse a asomar por el balcón de su ventana. Ahí seguía aquel muchacho, con la flor de tulipán en la mano, toda mojada y dañada por los golpes del agua. Hyunjin entonces puso una carita de perro regañao', con la jeta en un puchero.

—Ay, ¡Hyunjin, no me hagas esas jetas! —atestó en un murmullo.

—¡¿Pero cómo quieres que te ponga la cara, ah?! Si no has hecho más que negarme, ¿tú crees que eso no me duele? —y mentira no era, lo decía con sinceridad el flaco. Eso logró enternecer el corazón de pollito de Jeongin.

—¿Al menos puedes bajarle dos al tono? Vas a despertar a mis papás, ya despertaste a mi hermana y está molesta.

—¡Que se despierten, yo doy la cara! Vine a decirles que te amo, que no quiero que lo de nosotros siga siendo un secreto mi amor.

Jeongin casi se arrancaba los cabellos de la frustración, podría apostar a que Hyunjin estaba medio borracho, porque no dejaba de pegar gritos como si la hora fuese muy digna y como si su papá no fuera capaz de llamar a la policía, ¿luego cómo hace pa' sacarlo de esa? Tendría que decir la verdad, dejar de inventar que Hyunjin era un loquito de la plaza que se le acercaba a pedirle limosna. Y se las vería mucho peor.

𝙰𝙶𝙰𝚁𝚁𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙰𝚄𝙽𝚀𝚄𝙴 𝚂𝙴𝙰 𝙵𝙰𝙻𝙻𝙾 ;; 𝗌𝗄𝗓 𝗈𝗌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora