𝑂𝑑𝑖𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑎𝑗𝑒𝑛𝑜 (ꜱᴀɴᴇᴍɪ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 4- 𝗨𝗻 𝘃𝗶𝗲𝗷𝗼 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼

Han pasado 3 días desde que pasó lo de Kumeno, y la verdad, no puedo mentir...

Ha sido algo poco inusual conocerle...

Debo de admitir que 3 días no son mucho, al igual que vernos solo una vez y por motivo de secuestro no es razón para que diga que lo conozco desde siempre... Sin embargo, no es una mala persona y se me hace alguien muy... lindo...

A parte de ello, me ha ayudado con mi proyecto final y he avanzado más de lo que podía creer. Es un chico inteligente, no solamente guapo...

—Kaori, últimamente haz estado mucho en tu celular —dijo Kanae repentinamente.

Esto hizo que me sacará de mis pensamientos y apagará mi celular.

—Pues tengo que estarlo —di un bocado a mi desayuno —mis profesores me escriben muy seguido —dije sin mucho interés.

Eran las 9:33 de la mañana y nos encontrábamos desayunando mis hermanas, Sanemi y yo en el comedor.

—Pues no creo que los profesores te hagan sonreír tanto —dijo con sarcasmo Shinobu.

Y si, también pasaba muchísimo en el teléfono, y no tanto por mis trabajos.

—Que me digan que hago las cosas bien, es suficiente para que yo tenga un motivo para sonreír -dije a mi hermana.

—¿Los profesores son atractivos en la universidad, Onesan? —pregunta Kanao a mí.

—Algunos. Otros simplemente son cerdos pervertidos —conteste dando otro bocado.

Repentinamente, mi teléfono sonó.

Al revisarlo, vi una notificación de Kumeno. Sin más, lo abrí.

—Me gustaría verte hoy.🌹

Sonreí y conteste:

—Claro que sí, sólo déjame preguntar

—Claro, está bien.❤️
—Sería después de que visite a un amigo, pero duraría poco ❤️

—Está bien❤️

No lo niego... Quiero verlo...

—Hoy voy a salir —dije metiendo el desayuno a mi boca.

—¿Eh? ¿A donde? —preguntó Shinobu con desconcierto.

—¿Con quién? —preguntó Kanae sorprendida.

—Un amigo —terminé de tomar mi jugo.

—¿Tomioka-san? —Kanao habló.

—Emmmm —no supe que responder.

Todos me miraron con extrañeza, pero alguien con mucha molestia, y ese era el peli gris que estaba al lado de mi hermana.

—¡Lo sabía! ¡Estas conociendo a alguien! —exclamó Kanae triunfante.

—¿¡Qué!? ¡No!.

—Kaori, es inútil que mientas —dijo Shinobu algo molesta.

—¡Nuevo cuñado! —exclamó Kanao con felicidad.