Los sentimientos son hermosos pero aún más complejos a la hora de ver que persona refleja aquello que cuesta tanto comprender.
Y fue mi error fijarme en aquella persona que ya tenía dueño... Que es ajeno...
Bien podría simplemente arrebatarlo, per...
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𝗞𝗮𝗼𝗿𝗶
Han pasado 2 días desde aquella noche. He pasado recibiendo varias llamadas de Shinobu, Kanae, Kanao, incluyendo a Tomioka-san...
Sinceramente, no quería contestar, siquiera los mensajes. Entendía que estaban preocupadas por mi, pero no quería estar frente a Kanae, no lograría verla a los ojos...
Y mucho menos tenía la cara para ver a Sanemi... ¿Como se supone que podría hacerlo? Había literalmente cogido con él con mis hermanas ahí afuera de ese lugar...
No entendía el motivo o su razón para molestarme, me carcomia la cabeza. Siquiera podía pensar en la cara que pondría al volver a verme... Un total descaro...
—Kaori... —Kumeno me llamó a la puerta.
—Ya voy —respondi terminando de ponerme la camisa.
Pero sinceramente, no todo ha sido malo...
Estos días que he pasado con Kumeno, han sido los mejores que he pasado desde hace mucho tiempo.
Kumeno ha sido mi medio de diversión. Me ha llevado a todas partes de la ciudad, a sus lugares y mis lugares favoritos, incluso los lugares que no nos gustan. Hemos aprendido mucho el uno del otro, y la verdad, ha sido muy interesante aprender cosas de él.
Aunque lo admito, se siente un poco raro, pero él me hace sentir más cómoda de lo que esperaba.
Abrí la puerta y ahí estaba Kumeno con un latte en su mano y me lo entregó.
—Muchas gracias —dije con una sonrisa y dando un sorbo.
—No es nada —dice este sentándose en la cama —venia a preguntarte que qué quieres hacer hoy —Kumeno dio un sorbo a su café.
Esa era la pregunta que venía a hacerme todos los días en la mañana desde que estoy aquí... Sinceramente, ya me estaba dando un poco de vergüenza.
—Oye, Kumeno. No hace falta que me saques todos los días. Has sido muy amable conmigo, y aprecio eso, estos han sido muy maravillosos días —le sonreí —pero... No hace falta que tengas todo este tipo de detalles conmigo, ¿sabes? No soy tu pareja —dije aeste.
Kumeno arquea una ceja.
—Pues, no me molesta, sinceramente. Me gusta pasar tiempo contigo y conocerte más —sonrio —sinceramente, es el tiempo que más he disfrutado —dijo Kumeno con una sonrisa sincera.
