X.

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Gruño con molestia y cansancio, toco mis siénes con potencia y dolor. Zayn me mira arqueando una ceja posando su mirada caramelo sobre mí. Su expresión es de confusión y si no me equivoco, ¿preocupación?

- ¿Qué?-pregunto secamente mirándolo a los ojos con fastidio.

- ¿Te sucede algo?-pregunta acercándose más a mi, pero yo me alejo rapidamente de él.

-No. Estoy bien, ahora, ¿puedes largarte?-cuestiono cerrando mis ojos con fuerza y mis dedos masajeándo mis sienes, puedo sentir mis venas palpitar más de lo normal y sé lo que significa, me ha dado migraña.

-No seas mentirosilla-dice acercandose más a mi, no me hago para atrás y nisiquiera lo evito, simplemente me quedo ahí como si me hubieran congelado o algo parecido. Se levanta de mi lado y va a quién sabe donde, pero regresa en menos de cinco minutos, es una pastilla de paracétamol con un vaso de agua, me la entrega y yo tomo con rápidez las cosas, trago la pastilla bebiendo el agua fugazmente. Él me comtenpla con la mirada, observando cada uno de mis movimientos que hago.- ¿Mejor?-cuestiona volviendo a sentarse a la par mía.

-Supongo-contesto a lo bajo suspirando pesadamente.

Nos quedamos callados como por casi diez minutos, el unico sonido que podía percibirse era el de unos pájarillos que pasaban volando con la misma velocidad que un Boing-873.

Imprevistamente toma con una de sus manos mi barbilla haciendome subir la mirada y quedar frente a frente. Nose qué me sucede pero en lo único que soy consciente es que sus ojos son preciosos. Trae un color caramelo en ellos y hace que estos brillen a causa de tanta claridad en ellos. A diferencia de los míos que son verdosos con tonos oscuros, la primera perspectiva de los míos es »son cafés« pero no es así.

Nose que pasa, una mano de él se posa en mi mejilla. Siento estár hipnotizada por sus malditos ojos hermosos. Odio ese hecho, odios sus ojos, lo odio a él. Pero es tan malditamente atractivo y de alguna manera tierno y protector.

Puedo apreciar con más detalle el color de sus ojos mieles, porque su rostro está a unos centimetros del mio, siento el rosar de sus labios con los mios. Y sin concentimiento alguno de mi parte, este posa sus labios sobre los míos, se mueven lenta y pausadamente sobre los míos haciendome sentir en el cielo. Poso mis manos detrás en su nuca acercándolo con más intensidad a mi, el beso se vuelve más apasionado y perfecto, sus manos envuelven mi estrecha cintura y me gusta. Esperen.

¿¡Qué demonios estoy haciendo!?

Me separo de él rapidamente cortando el beso, mi respiración y mis latidos están acelerados, estoy molesta, no, no. Estoy furiosa con él, con sus malditos y tentadores labios. Maldita sea, no no no, ¡no pude haber sido yo! »pero lo fuístes, estúpida« me reprocha mi subconciente.

Me levanto del sofá, corro por las escaleras mientras siento su presencia detrás de mi siguiéndome, huyo de él, es como una maldita tentación. Llego a la habitación y cierro la puerta de un portazo, pongo el seguro, que aún sirve, me deslizo por la puerta hasta quedar con mis rodillas frente a mi rostro, apoyo mi cabeza sobre estas y suspiro con molestia.

¿Qué había hecho?

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¡Hola, hola! Aquí les traigo un no tan largo pero tan corto capítulo de #EODUA. Espero les esté gustando chiquillas, porque seré sincera a veces me rompo la cabeza escribiendo algo bueno xd . Pero bien, gracias por votar y comentar y leer♡

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Y pues sha me voy a la shingada, las amo mucho♡

El Ocaso de un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora