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  Kyungsoo vio a Chanyeol levantarse de la cama, con el cuerpo desnudo y el cabello desordenado. Lo observó mordiendo su labio inferior levemente mientras el alto recogía su ropa del suelo y comenzaba a vestirse. Se dio cuenta de la mirada del bajito y sonrió juguetonamente.
   —Hey, ¿acabamos de terminar y ya quieres más? —preguntó, manteniendo su sonrisa, al mismo tiempo que subía el cierre de su pantalón.
   —Cierra la boca, engreído —gruñó tomando una almohada para lanzársela en el rostro. Chanyeol reaccionó rápidamente, la atrapó y se la lanzó de regreso.
   —¿Por qué me atacas? —preguntó girando los ojos con diversión— Fuiste tú el que me estaba mirando así.
   —¿Así cómo? —preguntó el menor con curiosidad, alzando una de sus cejas.
   —Así como si quisieras comerme a pesar de que acabas de hacerlo —respondió acercándose peligrosamente a él, apoyándose en la cama con cada uno de sus brazos a los lados de la cabeza de Kyungsoo. Todavía no se había puesto la camisa, por lo que la vista torturaba al menor.
   —No es mi culpa que estés tan bueno y me sepas follar tan bien —susurró juguetón, apretando suavemente la entrepierna del alto cubierta por el pantalón.
   —No me tientes, Doh, sabes que tengo que irme —dijo con la voz más grave de lo usual. Kyungsoo supo que era a causa de la excitación y sintió su ego por los cielos al saber que realmente tenía ese efecto en el gigantón.
   —Ya vete, pues, pero debes prometer que nos veremos mañana. Es viernes, tenemos tiempo de sobra y yo necesito sentir tu polla en mi garganta.
   Chanyeol apretó la mandíbula, pero no por molestia, sino por el nivel de autocontrol que estaba usando en ese momento para evitar arrebatarle las sábanas al bajito para descubrir su desnudez y follarlo en todos los rincones del departamento.
   —Lo prometo —dijo guiñándole un ojo, tratando de seguir controlándose, y se inclinó un poco más para dejar un corto beso en sus labios antes de salir de la habitación.

   Kyungsoo suspiró al verlo irse. Se quedó varios minutos mirando el techo y suspiró pesadamente al darse cuenta de que él también debía levantarse. Hizo las sábanas a un lado, buscó ropa limpia y una toalla en el armario y entró al baño para darse una ducha.
Desayunó un poco de fruta con yogurt y regresó nuevamente a su habitación para terminar de prepararse y poder ir a encontrarse con Baekhyun, su amigo más cercano después de Chanyeol, quien había recibido unos días de descanso del servicio militar.

   Usualmente caminaría a casa de su amigo ya que ésta se encontraba a tan sólo diez minutos de la suya, pero al estar haciendo frío, decidió que sería mejor tomar un taxi hasta allá.

   —¡Kyunggja! —exclamó el mayor con emoción al abrir la puerta y lo abrazó con fuerza.
   —Hola, Baekhyun-ah —saludó riendo suavemente.
   —¿Tienes hambre? hice pancakes —dijo cerrando la puerta y caminaron a la cocina.
   —Ya desayuné, pero gracias —dijo aún sonriendo.
   —¿Por qué estás tan feliz tan temprano en la mañana? ¿qué mosco te picó? —preguntó entrecerrando los ojos y Kyungsoo rió suavemente— Déjame adivinar, uno que se llama Park Chanyeol.
   El bajito no necesitó responder, pues sus mejillas se sonrojaron rápidamente y no había mejor respuesta para Baekhyun que esa.
   —Ay, Kyungsoo —suspiró—. ¿Siguen de follamigos?
   —Tal vez…
   El mayor suspiró pesadamente. Chanyeol era su amigo también, lo apreciaba, pero lo conocía, sabía que tenía fama de rompecorazones y no quería que su mejor amigo fuera uno más de la lista. —Ya te he dicho lo que pienso sobre eso, ¿cierto?
   —No pedí que lo hicieras —dijo encogiéndose de hombres.
   —No respondas así de feo, mocoso irrespetuoso —dijo dándole un manotazo—. Sabes a lo que me refiero. Sólo no quiero que salgas lastimado. Ya sabes cómo es Chanyeol.
   —Lo sé, pero no nos estamos pidiendo exclusividad, no tendría porqué haber problema.
   —Salvo que sí lo hay para ti, porque te gusta.
   —Ese es un tema diferente. Además, Chanyeol siempre ha sido mi mejor amigo, no me lastimaría, no me trata como un objeto ni nada por el estilo. Con las actividades del grupo es complicado encontrar a alguien con quién pasar el rato y los dos simplemente tomamos el hecho de estar juntos tanto tiempo como una oportunidad para saciarnos. Es todo.
   Baekhyun lo miró y suspiró nuevamente. —Sólo promete que serás cuidadoso, ¿si? y que se lo dirás si comienza a disgustarte algo o a ser difícil para ti.
   —Lo prometo —dijo sonriendo suavemente.

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