Tú mi luna y yo con ganas de aullarte.
Cual lobo, cual loco.
Tú mi sol y yo con ganas de cegarme.
Tan solo, tan poco.
No me conformo con a lo lejos observarte.
Quiero probarte. ¿Debo probarte?
Por ello tras un intenso debate
entre el deber y el deseo...
Hoy solo le pido al cielo
poder darle a la luna y al sol un beso.
¿Acaso pido mucho?
Yo creo que lo que pido,
modestamente, lo merezco.
Me lo he ganado.
Al fin y al cabo,
tantos viajes a las nubes tienen su mérito.
Tienen su encanto.