Hay momentos en la vida en los que te enfrentas a tu destino.
Hay momentos en la vida en los que no ecuentras el camino.
Pero recuerda. No caminas solo.
A tu paso, sigue un largo recorrido.
Te mereces lo que buscas.
Insiste en ello, no desistas ni una pizca.
Pues, la vida no es una carrera
y, si lo piensas, aunque no lo sea,
quieres llegar a la meta.
Y, no es cuestión de rapidez
sino de perseverancia
pues, la verdadera paz se encuentra en la constancia.