Su vista se nublo un poco, sintió sus rodillas golpear el suelo con fuerza mientras se apoyaba de una de sus katanas enterrando su filo en el áspero concreto; lo único que podía oír era un molesto zumbido que le estaba provocando un intenso dolor de cabeza, o tal vez haya sido el horrible golpe que le dió ese dinosaurio.
Sacudió la cabeza intentando recuperar el sentido; no podía rendirse ahora, sus hermanos estaban en peligro, no se podía permitir desmayarse. Con algo de dificultad se levantó apoyando casi todo su peso en la katana.
-¿Es todo lo que tienes?- preguntó con una sonrisa de lado, acompañada de un tono de voz adolorido y agitado, pero aún así con un toque de burla.
Desenterró su arma y la apuntó hacia el gigantesco dinosaurio que se acercaba con un paso firme y una mirada intimidante, no pareció si quiera hacer caso a sus provocaciones; no iba a mentir, ese tipo le daba escalofríos, pero no era momento de perder la compostura.
Retrocedió algunos pasos, se preocupó al notar que estaban a tan solo unos metros del resto de sus hermanos, no podía dejarlo llegar hasta ellos; entonces una voz hablo a sus espaldas.
-¡LEO!- gritó su hermano menor, podía sentir en su voz la preocupación y el miedo. Una idea cruzó por su mente.
-¡Mikey! ¡Necesito que te calmes, todo va a estar bien!- Bloqueó un golpe con sus espadas. -¡Ellos estarán bien, pero necesito que los pongas a salvo! Como practicamos ¿Recuerdas?- Intentó usar un tono tranquilizador, pero con todo el movimiento de la pelea y el estrés del momento no salió del todo bien.
Desde la invasión de los Kraang habían estado entrenando las habilidades místicas del más joven, pero todos acordaron que, incluso si con el crecimiento de sus poderes y un mejor control de su nimpo, ya no suponía un riesgo para Mikey el crear portales entre distancias no muy grandes, era mejor restringir su uso solo para estar seguros; pero estaba desesperado, sus otros dos hermanos estaban inconscientes, él no creía poder aguantar mucho más y necesitaba que los demás estuvieran seguros.
Leo no podía verlo, pero Mikey asintió con determinación; se plantó firmemente en el piso y se concentró mientras extendía sus brazos, no era lo suficientemente fuerte como para transportarlos hasta la guardia, pero si para llevarlos a la seguridad de las alcantarillas, eso tendría que bastar por el momento.
Mientras tanto Leo se encontraba forcejeando con el Triceraton, la fuerza del dinosaurio lo hizo retroceder involuntariamente, pero aún así no se rindió, estaba dispuesto a pelear hasta el último minuto por sus hermanos.
Notó por el reflejo de sus espadas como la luz amarillenta del portal empezaba a formarse, eso lo hizo sentir un poco aliviado, pero aún así no bajó la guardia, solo necesitaba aguantar un poco más, lo suficiente para que sus hermanos estuvieran a salvo.
-¡Basta de juegos!- gritó el Triceraton empujando a Leo. El mismo cayó al suelo, mientras sus espadas salían disparadas.
Una de ellas atravesó el aún pequeño portal amarillo, mientras la otra chocó contra la pared de ladrillo de un edificio cercano.
-¡No te acerques a mi hermano!- Rafa gritó plantandose en frente de Leo preparándose para atacar con sus sais.
Leonardo se sintió momentáneamente cómo si le hubieran quitado un peso de los hombros al ver a su hermano despierto, sin embargo esa sensación se desvaneció al notar como una ráfaga de viento lo jalaba; miró hacia atrás, el portal se estaba haciendo repentinamente más grande, luces amarillas azules y verdes se arremooinaban creando aquella ráfaga que empezaba a llevarse algunas hojas anteriormente esparcidas en el piso, Mikey hacía todo lo posible para cerrarlo pero este era demasiado inestable.
Intentó acercarse a su katana para ayudar a cerrar el portal pero antes de llegar a ella sus piernas flaquearon, estiró su brazo hasta que pudo alcanzarla.
-Uh... ¿Chicos? No creo que el portal se sostenga por mucho tiempo, está acumulando demasiada energía mística- Escuchó la voz de Donnie.
-¿A qué te refieres con que no se va a sostener mucho tiempo?- Preguntó el mayor de los cuatro intentando mantener al Triceraton a raya.
-¡A que será mejor encontrar una forma de cerrarlo o va a explotar!- Dijo Donatello subiendo sus gafas.
Una parte de Leo se sintió esperanzada al escuchar despiertos a sus hermanos, a pesar de todo lo que estaba ocurriendo el saber que estaban bien le hizo sentir mucho mejor; realmente se había asustado cuando el Triceraton golpeó a sus hermanos con aquella arma láser, él y Mikey habían logrado esquivarla por muy poco, aunque no se salvaron de algunas quemaduras.
Con dificultad se acercó al portal que ahora empezaba a sacar algunas chispas azules, cortó el aire con su espada intentando cerrarla pero no tuvo éxito.
Miró a su hermanito, quien se encontraba parado a su lado aún intentando cerrar el portal. Suspiró cerrando los ojos para concentrarse, apretó el mango de su espada y se mantuvo firme, una vez más estaba a punto de cortar el aire cuando de repente...
Un dolor punzante en su espalda lo hizo recuperar la consciencia pero decidió no abrir lo ojos. Se sentía tan adolorido, casi como si alguien lo hubiera intentado sacar de su caparazón.
-¿Crees que esté muerto? Uyy ¿Puedo quedarme con sus cosas?- Preguntó una voz femenina.
Sintió algo frío empujar su brazo, lo cual le hizo reincorporarse de inmediato, dando un salto hacia atrás acomodándose en una pose defensiva algo extraña. Se arrepintió de inmediato al sentir todo su cuerpo doler, pero no cambió su postura, no bajaría la guardia tan fácil y, además su cuerpo le volvería a doler si se movía.
-¡Hey, hey, hey, tranquilo! No te haremos daño- un conejo de pelaje blanco y ropas azules intentó calmarlo mientras guardaba su espada. -Soy Yuichi Usagi, descendiente del gran Miyamoto Usagi- Lo miró confundido, no sabía de quién estaba hablando.
-Espera, ¡¿Dónde están mis hermanos?!- al rededor intentando encontrarlos con la mirada.
-Eras el único aquí cuando te encontramos- Dijo con voz tranquila pero seria una gata.
-Nononono- se llevó las manos a la cabeza sin importarle el dolor en sus extremidades. -Okey, tal vez pueda contactarlos- dijo con voz temblorosa.
Suspiró, cerró los ojos e intentó concentrarse, tal vez podría contactarlos con la fusión mental ninja <¿Eso funcionará de lejos?> pensó, pero no le importó, valía la pena intentarlo.
-¿Está bien?- escuchó el susurro de la voz femenina de antes.
-¿Debería ir por las enfermeras?- preguntó también en voz baja una voz masculina diferente a la del conejo.
Un dolor fuerte dolor de cabeza cabeza interrumpió su concentración, su energía se encontraba demasiado debilitada. Calló de rodillas al piso, sintió el frío metal de una de sus katanas en su mano, la miró, pero sabía que en ese estado no podría ni siquiera abrir un portal pequeño.
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🐰-Rise!LeoxYuichi Usagi-🐢
FanfictionCuando en un desesperado intento por derrotar a la nueva amenaza convocada por el clan del pie, Leo y Mikey accidentalmente combinan accidentalmente sus portales. Ahora Leo debe cooperar con un conejo similar a él para encontrar a sus hermanos y vol...