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El sol salió en Nuevo Edo mientras las aves cantaban dando la bienvenida a un nuevo día. Leonardo se estiró y vió a su hermano menor durmiendo dentro de su caparazón en una camilla a su lado, Mikey se había negado a separase de Leo la noche anterior, así que las enfermeras trajeron una camilla para él.

Leo retiró uno de los vendajes de su brazo, encontrándose con una quemadura completamente curada, aunque aún era visible un pequeño parche con un tono verde ligeramente más oscuro que el resto de su piel. Hizo lo mismo con otros vendajes en su cuerpo dejando a lo último el de su cintura, la herida que tenía ahí, fuera lo que fuera, aún le seguía causando dolor.

Entró al baño de la habitación en busca de un espejo, miró la quemadura en su caparazón, era más grave que las otras, así que le tomaría al menos un día más en sanar, decidió no volver a amarrar el vendaje que la cubría.

Cuando salió del baño encontró a Mikey aún durmiendo plácidamente, Leo sonrió y se acercó a él, con cuidado se sentó en la camilla y acarició su caparazón.

-¿Mikey? Despierta, ya es de día-

Escuchó el eco del quejido de Miguel Ángel, para después ver como salía solo un poco de lu caparazón lo único que podía ver era cómo lo miraba con ojos de cachorro rogando porque lo dejara dormir un poco más, le pareció gracioso.

-¿Tan pronto?- dijo somnoliento saliendo del interior de su caparazón para estirarse.

-Cuanto antes estemos listos antes podremos comenzar a buscar- Se levantó y comenzó a ponerse su equipo.

Ahora que las enfermeras habían dado de alta a los hermanos podían comenzar a buscar al resto. O podrían si tan solo Usagi se hubiera aparecido.

Ambos ninjas estaban sentados afuera del hospital con un notable disgusto y desesperación. Esperaron unos minutos hasta que vieron al conejo blanco corriendo hacia ellos.

-¡Perdón por la tardanza!- se disculpó agitado. -Le pedí ayuda a mis amigos pero dijeron que era mejor separarnos-.

-vaya, creí que te habías olvidado de nosotros- bromeó Leo en un tono dramático llevándose una mano al pecho y la otra a la cintura.

Usagi rió sacando de su bolsillo la foto familiar de Leo -Creo que ésto es tuyo- Leonardo agradeció y tomó la foto pero antes de que pudiera guardarla Usagi se percató de que ya no tenía vendajes puestos.

Yuichi tomó el brazo de Leo para observarlo mejor -Increíble ¿tus heridas sanaron tan rápido? ¡Eso debió haber tomado al menos un mes! Y solo quedó una pequeña cicatriz-.

-Te lo dije, estoy casi como nuevo-.

Usagi estaba impresionado, nunca había visto a alguien sanar tan rápido ese tipo de heridas.

Tras esa pequeña charla los tres comenzaron su búsqueda, ya que el día anterior no había tenido éxito al buscar en el punto donde encontraron a Leo, Yuichi decidió que lo mejor sería buscar a las orillas de la ciudad.

-Entonces, Usagi, cuéntanos ¿Cómo son los yokai por aquí?- Preguntó Mikey intentando generar una conversación.

-Hay de todo tipo, hace poco me enfrenté a un peligroso yokai que intentó abrir un portal en el cielo para traer a una raza alienígena para destruirnos- Los hermanos recordaron a los Kraang, lo que les dió escalofríos. -existen algunos yokai buenos, pero muchos son bastante problemáticos así que yo me encargo de ellos-.

-Pero todos los yokai aquí parecen muy amables, como tú- dijo Leo confundido, a simple vista no le parecía una ciudad problemática, le parecía mucho más tranquila que Ciudad Oculta.

-¿Ah? No, no, nosotros no somos yokai- Usagi rió.

-¿Entonces son mutantes?-

Ahora el confundido era Usagi -¿Qué son los "mutantes"?-.

-Bueno mis hermanos y yo antes- su explicación fue interrumpida.

-¡Vaya! ¡Eso se ve delicioso!- dijo Mikey quien se vió distraído por un puesto de mochis, no podían culparlo eran las 11 AM y ninguno había comido nada desde el día anterior.

Una pausa para comer algo no haría daño ¿Verdad?
Yuichi compró uno para cada uno y siguieron con su camino, ¿Quién podría resistirse al encanto de un delicioso mochi?

-Gracias Yui, creí que moriría de hambre- dijo Leonardo.

-¿Yui?-

-Todos usamos una versión corta de nuestro nombre- respondió Leo abrazando por el hombro a Mikey y señalándose a ambos -Creí que tal vez podría conseguir un apodo para tí también-

Usagi sonrió -Me gusta-.

-¡Michael! ¡Nardo!- una voz gritó detrás de ellos. Los hermanos supieron inmediatamente de quién se trataba. -Los estuve buscando pero algo parece estar interrumpiendo la señal de mi tecnología- dijo mirando como la pantalla de su muñequera parpadeaba cambiando momentáneamente el mapa por estática.

Leo y Mikey se abalanzaron sobre Donnie casi haciéndolo caer en el acto, Donatello se limitó a quedarse quieto esperando a que sus hermanos lo soltaran.

Cuando se separaron leo se percató del vendaje en el brazo de Donnie, pensó en que probablemente lo curó él mismo.

-¿Qué te parece?- dijo Leo señalando su cicatriz, ambas heridas se encontraban en el mismo lugar pero en el brazo contrario del otro -Ahora somos gemelos espejo- Abrazó a Donnie pero esta vez por los hombros.

-No lo somos y así no funcionan los gemelos espejo- respondió molesto alejando a Leo con uno de sus brazos robóticos.

Leonardo fingió estar ofendido por su acción. Usagi solo se rió, realmente le estaba empezando a agradar la familia Hamato.

Donatello se percató de la presencia de Yuichi y se acercó a él bajando sus gafas. Usagi miró a Donnie confundido, el mismo lo estaba analizando detenidamente.

-Fascinante, no parece haber sido afectado por los Oozquitos, pero tampoco emana ningún tipo de energía mística- dijo ajustando sus gafas bicolor.

-Donie, no le dez una mala impresión a nuestro nuevo amigo- dijo Leonardo jalando hacia él caparazón robótico de su hermano.

Donatello ignoro ese comentario y se dirigió a sus hermanos -Según los datos que he recolectado durante mi estancia aquí, estamos varados en un universo diferente al nuestro en el que los humanos no existen y el mundo está gobernado por animales antropomorfos-.

Mikey asintió con los ojos cerrados y una mano en la barbilla -Mhm, mhm ¿y eso quiere decir...?-.

-Sigh, estamos en otra dimensión, como en esa película de Júpiter Jim "Júpiter Jim en la dimensión alterna del planeta planetario"- explicó.

-Ohhh- Dijeron sus dos hermanos al mismo tiempo.

-Eso tiene mucho más sentido- agregó Leonardo. Donatello gruñó frustrado.

-¿Y bien? ¿Dónde está Rafa?- preguntó a lo que sus hermanos agacharon la cabeza.

-¿Cómo es posible que siempre perdamos a alguien tan grande como Rafa?- bromeó Leonardo intentando animar a sus hermanos.

-Si queremos encontrarlo debemos encontrar un lugar para que pueda reparar mi tecnología, así podré usar mi algoritmo para encontrar a Rafael-.

-¡Yo sé de un lugar donde puedes trabajar!- dijo Usagi.

🐰-Rise!LeoxYuichi Usagi-🐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora