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-¡¡BOY!! -el de la gabardina gritó cuando el chico comenzó a caer más rápido que él, asustado por la situación tan repentina.
-¡¡AH!! -el de camisa roja desesperadamente trató de sujetarse de lo que sea que hubiera en medio de la caída, pero parecía que estaba destino a ir directo al vacío...
Pero entonces los ojos de Mono se volvieron magenta al igual que la iluminación del lugar, todo el tiempo se detuvo en aquella zona, quedando estáticos. La sombra de Mono se deslizó hasta el suelo, tomando una forma humanidade y tan alta que alcanzó el cuerpo inmóvil de Boy y dejándose retorcer lo bajó hasta el suelo, así no se rompería sus piernas.
Luego bajó a Mono, poniéndolo en las manos del otro con cuidado, entonces todo regresó, el chico de la camisa roja se tambaleó como si hubiera caído pero estaba sano y salvo.
-A-... ¿eh? -Boy estaba en el suelo de nuevo, pero no como esperaba. Estaba de pie y sin ningún rasguño.
-Aahhhh-... ... ... ¿eh?
-¿Qué... qué sucedio? -el de camisa roja miró confundido a su alrededor, viendo como el pequeño estaba en sus manos también.
-Yo... no tengo idea... -miró a sus alrededores extrañado, era una caída muy grande ¿cómo es que están ilesos?- hmp... es muy raro pero... uff, al menos estamos bien, esa caída era muy peligrosa para ambos -le dió una sonrisa al chico, incluso si este no le podía ver la cara.
-Que... extraño -dijo susurrando, divagaba aún sobre como es que se habían salvado de una caída así como si nada.
-¿Huh?... Boy mira -el de la gabardina apuntó hacia atrás, había un albino en una especie de jaula ya que unas rejas no le dejaban libre, el niño ladeo la cabeza extrañado ¿por qué estaba ahí encerrado? no es como si pudiera dejarlo salir, tanto por lo vacía de su mente como por lo pesado que debe ser mover ese metal.
-¿Hm...? -enseguida volteó hacia donde señalaba el pequeño, encontrándose de nuevo con esos albinos en un estado totalmente ''desactivado''- hay más de ellos al parecer... -comentó al acercarse a las barras, eran demasiado pesadas por lo que apenas y podía levantarlas el solo.
-¡Hmp! -de la nada algo a lo lejos se escuchó, asustando de sobre manera al pequeño haciendo que mire hacia adelante- ¿escuchaste eso?...
-Parecía una explosión... -Boy caminó con cuidado hacia el otro lado del lugar, cada vez se hacían mas fuertes los sonidos de lo que sea que había allí - wow... que raro ¿qué será este lugar? -habían llegado hasta una gran puerta, parecía estar desactivada pero al activar una palanca un gran cartel con números apareció, indincando el número ''19''.
-Wow... ¡¡AH!! -de repente el de la gabardina gritó con todas sus fuerzas tapándose las orejas al instante, un nuevo pulso había hecho retumbar tanto el lugar como los oídos del niño, no era para tanto, al menos para Boy, pero ante él fue horror, tanto él como su mente gritaron del intenso dolor sufrido, era como si una señal sumamente peligrosa haya querido corromper su mente.
-¡Ah! -el de camisa roja se sobresaltó al escuchar gritar al otro, enseguida lo tomó entre sus manos para ver lo que sucedía pero no fueron unos instantes que nuevamente el de la bolsa gritó desesperadamente. Lleno de dolor por algo que Boy no entendía.
-Ahg... ¡¡AHHH!! -volvió a gritar cuando un nuevo pulso hizo retumbar sus tímpanos y autodefensa, era demasiado, pero demasiado horrible. Un dolor inimaginable, si no fuera por ese agudo ardor estaría seguro que sentiría que sus oídos estaban sangrando...
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~ Pesadilla de otro mundo ~
FanfictionÉl estaba atrapado, se sentía abandonado pero decidió que no se rendiría y por eso intento escapar... Él avanzaba sin saber exactamente a donde se dirigía, nunca esperó encontrarse con tan peculiar niño... Dos chicos de diferentes mundos, ambos trat...