PART 3

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No era fácil describir lo que Elsa sentía cuando estaba parada en frente de la casa de los padres de Rapunzel. Varios recuerdos llegaron a su mente, pero pudo lidiar con eso nuevamente. Su corazón latía normal pero cada paso que daba para llegar hasta la puerta, sus latidos incrementaban.

No era porque estaba nerviosa, simplemente desconocía del por qué estaba así. La última vez que vió a su hija fue cuando Arianna subió una foto de ella hace un año, y Elsa sabe muy bien que las personas cambian dentro de un año.

Cuando estaba cerca de la puerta intentó abrir pero estaba con llave, así que recordó que bajo una maceta estaba la llave que escondía los padres de Rapunzel. Ingresó la llave y dió vuelta a la manija, empujó la puerta y nuevamente volvió a recordar cuando Rapunzel estaba esperándola en el sofá.

Cerró la puerta y revisaba cada parte del interior de la casa, estaba impecable. Caminó hacia la sala para ver si había pistas de algo pero no, solo encontraba unos juguetes que seguro emily estaba jugando hace rato.
Elsa caminó hacia la cocina para asegurarse si no había tocado nada, pero todo estaba en orden, y no tenía rastro de su hija.

Suspiró y escuchó como alguien se acercaba a ella. Volteó para ver por primera vez en persona a la niña que Rapunzel tanto deseaba tener.

Emily no emitió ningún sonido y Elsa le molestó.

—¿Acaso no te educaron bien Arianna y Frederick?— preguntó seriamente y al no tener respuesta volvió hablar. —Se debe saludar a las personas por educación.

—Hola...— los ojos de Elsa se abrieron como nunca, era su primera vez escuchando la voz de su hija. Por momentos pensó que no le iba hablar nunca, hasta creyó que no hablaba, pero afortunadamente, emily le habló.

—Estoy revisando la casa de tus padres y todo está en orden, ¿te dijeron si iban a regresar temprano? — Elsa se acercó a ella pero emily se alejó. —No te haré nada, ahora responde.

—No.

—¿No qué?— volvió a preguntar pero la pequeña no respondió.— ¿Ni una nota dejaron? ¿algún número?

Elsa vió como emily subía a las escaleras sin decir nada, así que supuso que no la quería ver. En la mente de Elsa entró una disputa entre irse o quedarse por lo menos una media hora, pero no sabía que decisión tomar. Cuando iba a tomar asiento, emily regresó con una pequeña mochila detrás de su espalda y una hoja de papel en su mano. Bajaba las escaleras con mucho cuidado, hasta que se acercó a Elsa. La diferencia de tamaño era mucha, así que emily se sentía un poco mal por tener un extraño cerca de ella.

Emily le entregó la hoja de papel a Elsa, y se fue corriendo dónde estaban sus juguetes.
La albina empezó a leer lo que estaba escrito, reconoció la letra de Arianna, pero no sabía lo que trataba de decir, hasta que llegó al final.
Frederick y ella no estaban en el hospital, fue una mentira para que Elsa llegara a ver a emily y tomara unos días con ella, como madre e hija.

Elsa quería gritar, estaba molesta, ¿cómo era posible que pudo caer en sus mentiras?

Guardó la hoja y una vez más volteó a ver a emily. Ella estaba esperando a Elsa, parecía que emily lo sabía.

—Mmm...

—¿Ya lo sabías?— preguntó Elsa y emily asintió rápidamente. —En la nota dice que no estarán por un tiempo, mis padres no volverán en unos días y no creo que alguien quiera cuidar de ti.— aquello que dijo hizo que la pequeña se sintiera mal.
—¿Tienes lista tus cosas?

Y esa pregunta hizo que la pequeña mostrara una felicidad. Detrás de un sillón estaba una pequeña maleta que contenía la ropa de emily. La niña lo tomó pero no podía cargarlo muy bien. Elsa le ayudó y caminó hacia la puerta para abrirla y salir de ahí.

La albina caminó hacia su auto, dónde abrió la puerta y metió la maleta de emily. Su mirada volvió hacia atrás y ahí estaba la niña, quien esperaba que Elsa fuera por ella.

—Mmm...

—Date prisa.— emily cerró la puerta y fijó su mirada en Elsa. —Oh, si, lo olvidé.

Volvió hacia la puerta y puso seguro para que nadie entrara. Emily le extendió la mano para que la albina lo tomara, pero solo la ignoró. Dejando atrás a la niña, rápidamente empezó a caminar hacia el auto, Elsa le abrió la puerta de atrás, y le ayudó a subirse.

Subió a su auto y lo encendió. En el espejo miraba a emily con repugnancia. Se podría decir que Elsa en realidad si odiaba mucho a Emily, pero también se decía que ella no tenía la culpa de nada.
La pequeña tenía el mismo rostro que Elsa, el color de cabello, su color de piel pero lo único que pudo sacar de Rapunzel, fueron aquellos ojos verdes que enamoraron a Elsa.

Una vez más recordó a su esposa, pero hizo lo que pudo para no llorar.

Empezó a conducir hasta su casa y en el camino nadie habló. Obviamente la pequeña no iba hablar con Elsa porque aún tiene ese miedo de hablar con un extraño; claro, ella ya sabía que la mayor era su madre verdadera. Los padres de Rapunzel se encargaron de decirle todo a Emily, para tener poca edad, ella entendió todo. Algo que le sacó a Elsa.

𝐆𝐋𝐈𝐌𝐏𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora