PART 4

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Al llegar a su casa Elsa le mostró cada parte de su hogar a su hija, le indicaba donde estaban las cosas y le comentó que no iba a permitir que la pequeña dejara un asco todo el sitio.

La pequeña preguntó donde iba a dormir, esperando a qué Elsa le dijera que podrían dormir juntas esta noche pero no fue así. Por esta noche, emily dormiría en la habitación de Elsa, y la albina dormiría en el sofá.

Está más claro que la Gran casa de elsa posee muchas habitaciones pero aun asi no se animó de acomodar tan siquiera una habitación para que emily durmiera.

La pregunta aquí es: "¿por qué?"

Antes de la tragedia de Rapunzel, Elsa compró una casa para irse a vivir con su esposa cuando el bebé naciera, dejando a la venta el departamento donde las dos vivían.

Era una sorpresa, un regalo que le daría a Rapunzel por el bebé, porque Elsa sabía que esa pequeña niña que tendrían, sería el comienzo de su nueva familia.

Pero no fue así, y Rapunzel jamás se enteró que esta casa existía.

¿Lo peor?, Elsa fue quien arregló lo que sería la habitación del bebé.
Y después de 5 años, el lugar sigue intacto.

Se hacía tarde y emily nunca salió de la habitación de la albina, en todo este tiempo la rubia estaba cancelando citas qué tenía con algunas chicas, y a la vez enviándole mensajes a Arianna por lo que hizo.

A no tener ninguna respuesta, Elsa empezó a molestarse.

¿Que más podría hacer? La chica tiene una gran responsabilidad y hacerla a un lado no serviría de mucho.

Bufó al mirar lo hora.

Empezó a caminar hacia su habitación y encontró a Emily dibujando. La niña no notó que Elsa la observaba desde la puerta, y con eso la rubia podía ver lo que su hija hacía.

Parecía que dibujaba el sol, nubes, una casa, árboles... y dos personitas junto a ella.

Elsa entendió que dibujaba a sus abuelos y a ella misma a su lado.
Como si fuesen sus padres.

La rubia entró a la habitación haciendo sus pisadas fuertes para que emily volteara a verla.

—No tengo ánimos para cocinar, ¿te gusta la pizza?— preguntó y emily no respondió. —¿Si puedes comerla, no?.

—Ayer comí pizza.–, dijo ignorando a Elsa.

—Pues volverás a comer hoy, deberías agradecer que te daré de comer. Parece que tus padres no te educaron bien.— al decir eso, Elsa se marchó, dejando solita a emily.

La pequeña fijó su mirada a su dibujo, y pequeñas gotas de lágrimas empezaron a caer sobre encima del papel.

—¿Por qué es así?– habló elsa entre sí. —Todavía hago esto por ella y reacciona de esa manera. — cada vez que hablaba para ella misma, su voz empezaba a escucharse con más enojo de lo que ya estaba.

Hizo un silencio y escuchó que emily estaba llorando desde su habitación.

"Creo que esta vez me pasé", pensó.

Se sintió mal por escuchar a una niña llorar, pero no hizo nada, su lastima terminó al minuto.

Pasaron las horas y la noche había llegado.

Si emily no quería pizza, entonces no iba a comerla.

Elsa estaba sentada en el sofá mientras respondía mensajes de una chica con quien estaba quedando para salir como pareja, pero escuchó unos pasos pequeños y dejó de usar su móvil.

Nunca volteó a ver a Emily, simplemente la ignoró.

Los pequeños pasos se acercaban más y más hacia Elsa, hasta que la niña se puso de frente y miró a los ojos a la albina.

—Perdón...— dijo y su mirada fue hacia sus pequeños pies.

Elsa no comprendía nada, así que se levantó y fue a la cocina, dejando atrás a su hija.

Abrió el refrigerador y empezó a buscar algo para cenar, tenía varias opciones pero ninguna le interesaba comer. Lo único bueno que podía comer y emily también, era cereal.

Tenía varias opciones, pero su favorito era el cereal con sabor a chocolate.

Tomó dos platos, sacó la leche del refrigerador y empezó a servir el cereal en cada uno de ellos, y después la leche.

Llamó a emily para que cenara, la niña fue corriendo y esperó a que Elsa le indicara qué podía sentarse en la mesa.

Al hacerlo, con mucho gusto comió.

Elsa no dejaba de ver a la niña, pues recordaba que ese cereal era el favorito de Rapunzel y de ella.

Empezó a comer mientras miraba a la pequeña hacerlo.

—Este me gusta— dijo Emily mientras señalaba la caja qué contenía el cereal. —Es mi favorito.

Y es ahí donde elsa sintió que se quebró por dentro.

Intentaba no llorar porque después de que emily le dijo aquello, hizo exactamente la misma sonrisa que Rapunzel le regalaba a Elsa cuando estaba feliz.

Empezó a ignorar todos los recuerdos que llegaban a su mente en ese momento, y por buena suerte, así fue.

—¿Que te gustaría desayunar mañana?— preguntó Elsa mientras se acercaba a la pequeña.

—No lo sé... me gustan los Hotcakes, cereal, sándwich y...

—¿Que es lo que más te prepara Arianna?

—Huevo y tocino, a veces jamón — dijo sonriendo.

—Tomaré nota, puedes retirarte—, la pequeña emily hizo caso a lo que su madre había dicho, tenía algunas preguntas pero prefirió no hacerlas porque la mayor cambia de humor a cada rato, y no le gustaría volver a llorar.

Elsa tomó su celular y le marcó a una chica quien podría ayudarle en algunas cosas, y quizás... podría hacer que la albina dejara de pensar en alguien.

𝐆𝐋𝐈𝐌𝐏𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora