–Entonces déjame ver si entendí, le pediste el divorcio, te beso, te abriste de piernas y follaron hasta casi dejarte preñado.- Resumió Seungkwan mientras almorzaba en el hogar de Jihoon.
El último mencionado solo pudo asentir intentando ocultar su sonrisa mordiendo su labio inferior y sosteniendo entre sus manos su taza de café.
–Increíble...- Dijo el castaño en un leve murmuro y se quedó callado por unos segundos para así después mirar al rubio con aquella característica sonrisa insinuante y Jihoon ya sabía lo que se venía por lo que comenzó a negar con su cabeza.
–No, no. Ni esperes que te cuente algo, no seas cotilla, Kwan.- le da un sorbo a su bebida. –No te voy a contar como me dejo con las piernas temblando ni lleno de marcas. No.
– ¡Oh por dios es un salvaje!- evidentemente Jihoon si le conto, no tan a detalle pero sabía que el matrimonio iba a arreglarse.
Paso una hora aproximadamente y ambos amigos seguían juntos en casa del mayor, ambos compartían pasión por las plantas y por el chisme así que qué mejor que echar chisme mientras arreglaban el jardín y Jihoon buscaba donde darle ciertas plantitas para que el castaño pudiese colocar su propio jardín pero se vieron interrumpidos por dos voces proveniente de la sala que pronto se acercaron al jardín trasero.
Seungcheol venía acompañado de Vernon, esposo de Seungkwan, el más joven de aquel matrimonio siento Vernon se acercó a su pareja que no podía acercarse porque temía ensuciarle de tierra, su mayor rio enternecido y se ubicó a su altura para darle un beso dulce en sus labios, todo bajo la mirada de Jihoon aunque intento disimular y volver a lo suyo pero la presencia de su esposo de igual manera colocándose a un lado suyo de cuclillas y a su altura, importándole poco que su traje se arrugue o ensucie, mira con intensidad a su rubio y lleva su mano a la mejilla de este para darle un tierno beso en su frente y uno más en sus labios.
La pareja invitada solo los veía en silencio y con una amplia sonrisa dirigiéndose una mirada cómplice.
Aquello iba a mejorar.
. . .
Las dos parejas se encontraban cenando, Seungcheol los invito con un simple "quédense a cenar".
Ellos iban a negarse pero Jihoon se entusiasmó con la idea y como negarse a aquella sonrisa.
Seungkwan se encargó de preparar una pasta mientras Jihoon hizo una ensalada y un corte de carne en su jugo al horno.
Mientras esperaron a que estuviera listo, el castaño fue con su esposo a la sala mostrándole algunas de las plantas que le había dado su amigo, Seungcheol aprovecho que Jihoon se había quedado en la cocina para ir y al acercarse, abrazo su cintura por detrás quedando su pecho pegado a la espalda del más bajo, escondiéndose en su cuello y dándole húmedos besos, el menor no pudo evitar soltar una risita nerviosa que después se volvió en delicados suspiros desconcentrándose de lavar los utensilios utilizados.
Las manos del más alto se deslizaron a los muslos ajenos y acaricia la cara interna de estos, mandando un escalofrió al cuerpo ajeno.
–Cheol...- murmura Jihoon en un suspiro y cierra sus ojos ladeando su rostro para darle mayor acceso a su cuello.
–Ahora me arrepiento de haberlos invitado a cenar, te ves precioso y sabes delicioso.
La diestra de Seungcheol ahora acaricia y aprieta el culo de su esposo, haciéndole a su antojo, el chico solamente dejándose hacer fascinado y perdido ante sus caricias.
Jihoon solo puede soltar una risita y volver a sus sentidos para tomar las manos del mayor y quitarlas de su cintura.
–Ya va a estar la cena, amor. Pon la mesa.
Y así lo hizo obedeció para después llamar a la otra pareja a cenar, todo trascurrió bien, el mayor no es de mucha conversación al igual que Vernon pero gracias a sus esposos el ambiente fue ameno y fluyo con tranquilidad hasta la hora que se fueron.
. . .
Seungcheol y Jihoon estaban en la cama, el mayor observaba su agenda para el día siguiente y el rubio se acercó con su esposo a la cama llevando una caja entre sus manos, dentro de esta se encontraban todos los recibos de aquellos ramos que habían estado llegándole de forma anónima al rubio, el más grande se sorprendió y miro al menor con temor, era la primera vez que le miraba de aquella manera.
Jihoon encontró todo aquello en la oficina de casa de su esposo mientras limpiaba, recogiendo el escritorio encontró la primer nota pero después mientras buscaban encontró el cajón lleno de estos. Las lágrimas no tardaron en hacerse presente, su esposo en todo momentos estuvo atento a él, a su manera, entendió lo mucho que le costaba expresarse, la ayuda que estaba recibiendo para lograr abrirse y ser un mejor esposo para Jihoon, la tarjeta de aquel psicólogo en su escritorio lo delataba de igual manera, se sintió tan culpable de estar pensando en divorciarse mientras el mayor solo estaba trabajando consigo mismo para darle lo que el menor exigía.
Ahí Jihoon reflexiono tantas cosas y sabía que tenían que hablarlo, esa noche era el momento adecuado.
–Lo lamento.- Murmuro Seungcheol.
Y el corazón de Jihoon se oprimió más.
–No tienes que lamentarlo, soy yo quien se disculpa, hiciste todo esto por mí y yo te pedí el divorcio.- dice el rubio soltando una risita pero entre lágrimas, toma unas cuentas notas para leerlas y mirar a su marido, el anhelo viéndose reflejado en sus orbes.- Te amo, Seungcheol.
Y aunque la mirada del mayor era indescifrable, tomo aquella caja para dejarla de lado y atraer a su pequeño esposo a sus brazos, ambos acurrucándose, solamente disfrutando de la compañía del otro.
–Te amor, mi amor.
Esta historia es una adaptación a la historia original de jonghxsmile
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[Jicheol] Ramito de violetas [Adaptación ]
Fiksi PenggemarJihoon solo quería que su esposo fuera más romántico. Esta es una historia adaptada, su creador original es @Jonghxsmile, gracias por permitirme adaptar tu historia.