ramo 5

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Estaban cerca de terminar, llegando a su segundo orgasmo y Jihoon se sentía perdido y abrumado de placer, se imaginó tantas veces en aquella situación pero ahora que se vuelve realidad es mucho mejor de lo que había pensado.

No solamente le llena y provoca que su cuerpo arda de deseo sino que también el mayor recorre su cuerpo con absoluta devoción, depositando besos en sus muslos, en su cadera, sus labios que aunque los había probado antes hoy todo era diferente, y el rubio solo puede dejarse hacer, lo ama con todas sus fuerzas.

– ¡Más, Seungcheol! Dios...- Gemía Jihoon cada vez más alto anunciando que se encuentra cerca de su clímax por lo que el mayor aumenta el ritmo de sus estocadas y abriendo más las piernas de su esposo, dando un par de embestidas más corriéndose de nueva cuenta en su interior ya que el rubio se aprieta a su alrededor viniéndose de igual manera, la respiración de ambos es irregular pero aun así Seungcheol le besa con parsimonia y dulzura mientras se encuentra encima suyo.

Había salido de aquel ya no tan estrecho interior del más chico pero vuelve a adentrarse y ambos jadean, sintiéndose llenos y completos.

–Mhm... amor, salte.- Dice Jihoon entre ligeros jadeos y entre besos también ya que su esposo no suelta su boca.

–Voy a tomarte una vez más, ángel.- y es que Seungcheol se dio cuenta que al proclamarle su amor entre jadeos mientras poseía su cuerpo, era un ángel. Su ángel.

Jihoon se sonrojo pero agradece que sus mejillas se encuentren lo suficiente sonrosadas debido al previo esfuerzo.

–No, no. Déjame descansar por fav- ¡Ah!- no pudo terminar aquella oración ya que Seungcheol estaba embistiéndole una vez más, no entendía como el mayor tenía tanto aguante pero no se quejaba. – ¡Cheol! Necesito que me llenes de nuevo, dame más...

Y eso fue lo único que necesito para volver a tomar su cintura y afirmar su agarre para follarle, ya habían hecho el amor.

. . .

Jihoon solamente vestía la camisa de su esposo que este mismo le había puesto cuando le dijo que necesitaban almorzar, mayor parte de la noche y de la madrugada habían hecho el amor así como también habían follado, explorando cosas que a ambos les gustaban y el menor descubrió que a Seungcheol le gusta que jadee en su oído y Jihoon supo que ambos cuerpos encajaban perfectamente.

Mientras preparaba el almuerzo, sonreía tan amplio recordando la noche anterior, y durante el proceso unos fuertes brazo rodearon su cintura, el menor se derritió entre estos, la mandíbula de su esposo es lo primero que logra ver al recargarse en su cuerpo y se acerca a besarla, recorriendo su mentón y su perfil.

Seungcheol solamente puede sonreír mientras lo estrecha con mayor fuerza contra su cuerpo y desliza su mano a uno de los muslos ajenos para apretarlo y acariciarlo.

– ¿Qué piensas de follar en la cocina?- menciona Seungcheol y Jihoon solo pudo negar buscando soltarse de su agarre, cuando lo consigue, se dedica a terminar los alimentos intentado no verse distraído ante la vista de su esposo en chándal y sin camisa.

–No, no más. No puedo ni caminar bien, contrólate.- Llevando dos platos de sopa a la mesa y Seungcheol vuelve a abrazarle por la espalda, le hace saber que se encuentra duro nuevamente al restregar su erección contra el menor y este solo puede sonrojarse, dejándose hacer olvidándose del almuerzo.









Esta historia es una adaptación a la historia original de jonghxsmile


[Jicheol] Ramito de violetas [Adaptación ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora