┊Prisión [Starscream Fanfiction]

┊Día 19

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 Una extraña sensación se apoderó de Firebreath. Sentía las garras pesadas, como si estuviesen bajo metros de piedra. 

 —Los circuitos de la chispa parecen débiles, pero milagrosamente la predacon sigue con vida... 

 —Esa cosa no es un predacon imbecil, mira su símbolo. Tiene unos cuernos raros...

 Fire intentó abrir los ópticos. Una luz blanca golpeó su cara, y murmurando intentó levantar una mano. Y cuando alguien intentó bloquearla, se despertó de immediato y saltó arriba, en alerta.

 —DONDE ESTAS?!

 Un pobre bot rojo y blanco se vió obligado a agacharse para esquivar sus garras, que golpearon el pecho de un enorme guardia negro. Fire rugió y intentó trasformarse, pero un pattblock [vendajes en cybertroniano] le bloqueaba el pecho, y cayó sobre su cola.

 —Calmate o el energon va a salir de nuevo ... ! — el bot rojo levantó los brazos asustado, escondiéndose detrás de el compañero.

 —MALDITO IMBECIL YO TE VOY A... — la Valkyria finalmente se dió cuenta de estar sola, en una habitación desconocida, con bots desconocidos. Lanzó una mirada asesina al guardia, pero ese bot no era morado. El jet que la había atacado, había desaparecido.

 —Te dije que era peligrosa —el guardia apuntó un rifle a la femme, que lo observó escéptico, apuntar una arma de fuego a un dragón escupe fuego era mala idea.

 — Ya basta vosotros dos! Me va a dar infarto! — el medico encontró coraje para salir de su escondite y apuntó un dedo a la dragona. —Tu! Deja de moverte tanto, estoy intentando sanarte, no matarte! Y tu, eres mi guardia, no un soldado, vuelve a tu puesto. —

 —No necesito tu ayuda, pero gracias —Fire puso una mano en su herida, cerrando los ópticos, y mientras el medico replicaba, sanó todo con su "magia" azulada. Al acabar, se sintió de golpe cansada y tuvo que sentarse de nuevo en la cama. —Urgh, por Primus, decidme que no estoy en la nave de los Decepticons. —

 Los dos se miraron fijamente antes de responder. —Lamento darte razón. —

La primera cosa que pensó fue que no habría conseguido ni muerta salir de esa nave. La segunda, fue que si lo hubiese conseguido, Ironhide la habría matado igualmente por meterse siempre en problemas.

 Pero, como no llevaba cadenas, no estaba muy asustada, y una duda había empezado a hacerse camino en su mente, una parte de ella esperaba fuese realidad.

 —Starscream sabe que estoy aquí?

 El pequeño bot rojo pareció confundido. —No lo se, fue su hermano a llevarte aquí, dijeron solo de no hacerte salir hasta que...

 —Yo me despertara —acabó ella.

 —Ehhhh, en realidad...

 —En realidad tu amigo tiene razón, soy un peligro y es mejor que no me quede aquí, así que me voy a marchar y ustedes no harán nada para detenerme, bye bye —Fire se dirigió hacia la puerta pero el guardia molesto se puso delante. —En serio quieres quedarte con la cara quemada? —

 El no se descompuso. —No te iras en ninguna parte. —

 La Valkyria levantó una ceja. —Porqué lo dices tu? —

 —Porqué lo digo yo.

 La chispa de Firebreath hizo un salto al oír esa voz. Esa maldita voz que había inundado sus pensamientos desde aquel beso prohibido. Volteó a mirar el general de pié, delante de el pasillo, con los brazos cruzados y una sonrisa pegada en la cara.

 —La bella durmiente al fin despertó.

 Fire lo observó callada, con la chispa que gritaba de felicidad. El Decepticon tenía ambas alas pegadas a la espalda. Eso quería decir que Tarn todavía no había actuado. —Estas vivo —notó. 

 Starscream pareció perplejo, la carcajada de el guardia se oyó detrás de ellos. —Que lista eres. Como lo has entendido, ¿porqué hablo o porqué me muevo? —

  Increible como ese seeker tuviese el poder de quitar toda la paciencia a Fire. Con los puños que temblaban, la femme miró a el medico. —Quiero hablar con el a solas. —

 —Soy yo quien doy ordenes ahora —amenazó el bot rojo y azul y hizo un paso adelante, volteándose hacia la guardia. —Lleva a la lagartija a su celda y asegúrate que nadie entre o le hable. —

 Fire habrió los ópticos como platos. —¿Espera que?! Yo no soy una... —

 —Prisionera? —Starscream sonrió triunfante. —Parece que sí. Ahora eres mia. –

 Fire se estremeció. La manera en la que le había hablado... ¿Posible que le gustara?

 —Entonces porqué no me llevas tu a la celda? —preguntó la femme. —Tienes miedo que te muerde? —

 El se limitó a gruñir, escéptico. —Nadie sabe que estás aqui. Si me avistan en las celdas, se harán alguna pregunta. Y las preguntas llevan a problemas. —

 Fire sonrió sarcástica. —Entiendo. Tienes miedo a que nos vean junto, que lindo. —

 Entonces Starscream observó a los dos presentes, haciendo algunos pasos adelante. —Dejadnos solos. —

 El medico actuó de immediato, arrastrando a su compañero quien no dejó de gritar hasta que las puertas de metal los separaron de los dos voladores.

 Una vez solos, con gran sorpresa de Fire, Starscream se echó en los brazos de la femme, suspirando. —Que gran mierda que es estar detrás de esos imbeciles todo el día. —

 La Valkyria rió. —También yo estoy feliz de verte sano y salvo, pájaro. —

 El seeker levantó la cabeza y miró los ópticos de Firebreath. —Parece que ahora a llegado mi turno de convencerte e unirte a los Decepticons. —

—Obligame, fenomeno. —

 Improvisamente Starscream agarró Firebreath por las piernas, llevándola en su hombro, sin dar peso a las garras que se hincaron en sus alas. —OYE DEJAME.—

 Una risa aguda fue la respuesta. —Quieres que te lleve yo? Está bien, pero te llevaré como un saco de patatas a las celdas, a ver si eso te gusta. —

 —STARSCREAM! TODAVIA ME DUELE LA HERIDA —

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