𝐀𝐥𝐞𝐭𝐞𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧

7. "Bar"

El sol picaba su cuerpo, un picor suave pero molesto en las puntas de sus pies. Harry se levanto con lentitud, notando las perlas en el suelo húmedo, de forma rápida tomó cada una de ellas y las puso en el frasco, su mirada cansada y poco brillante miró hacia la calle concurrida.

Harry se puso de pie, el frasco siendo protegido bajo su brazo. Su garganta picaba, y de su nariz salía ese extraño líquido viscoso que limpio con el dorso de su mano, sin embargo; no podía quedarse ahí mismo sin intentar ver a Zayn otra vez.

Miro hacia ambos lados antes de cruzar la calle y entrar otra vez al edificio, siendo recibido por el mismo señor que el día anterior.

"Tu otra vez", la voz del hombre resonó por el lugar, Harry se dio la vuelta sonriendo cuando el hombre le sonrió de vuelta. "¿Viene a ver al señor Malik otra vez?"

"Si, tengo que entregarle algo" respondió, acercándose al hombre y tomando dos perlas más del frasco. "Otro pequeño regalo por dejarme entrar otra vez", Harry le extendió ambas perlas en las manos del hombre.

El hombre las aceptó gustoso, sabiendo que una vez acabara su turno iría a la misma casa de empeño del día anterior. Harry subió las escaleras una vez más, siguiendo el mismo camino de ayer, mientras acomodaba la ropa desaliñada que traía puesta.

Estando en frente de la puerta, tocó un par de veces hasta que escucho el ajetreo detrás. Se aferró al frasco lleno de perlas en sus brazos y espero hasta que el click de la puerta abrió y sus ojos se abrieron sorpresivo cuando el hombre que tanto anhelaba lo miraba de vuelta con los ojos entrecerrados.

"¿Tú otra vez?", preguntó con su voz rasposa y poco usada.

Harry rio despues de escucharlo, creyó haber escuchado la misma frase hace un momento.

"¡Zayn!", sonrió el rizado. "He vuelto para darte esto", Harry se acercó al hombre mientras exponía el frasco de perlas relucientes y brillantes de.

"¿No dije que no lo quería y que te fueras?", Zayn frunció el ceño molesto por este chido terco.

"Lo sé, pero se que no lo querías decir en serio así que espere", el rizado se encogió de hombros volviendo a extender el frasco.

Zayn se quedo mirando por unos segundos al hombre rizado con más detalle. Noto como sus rizos estaban esparcidos por toda su cabeza, como su cuerpo era delgado y un poco más bajo que el, como su piel era blanca y rosada en zonas específicas como sus mejillas y labios. Sus ojos verdosos más grandes que lo habitual lo miraban, ojos muy brillosos y demasiado verdes.

Esos ojos...

"¿Esta todo bien?".

"Tus globos oculares".

"¿Mi qué?".

"La tinta de tus globos oculares. Están brillando".

"Los míos siempre han brillado así", se encogió de hombros. "Mi madre llegó a decirme que era muy guapo desde que nací, siempre fui halagado por mis ojos".

"Son lindos".

Sus miradas se conectaron una vez más, sonriendo tontamente el uno del otro.

"¿Verdad? Son bonitos. Mis ojos siempre han sido bonitos".

Harry asintió de acuerdo.

Zayn lo miro por mas tiempo de lo que creía al ver como la cara de Harry caía, el recuerdo borroso brotando en su cerebro como una burbuja.