6. "Solo por un tiempo"

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El corazón a veces puede ser bastante cruel con cada ser vivo existente. Puede doler cuando algo triste sucede, cuando alguien te rompe el corazón de forma romántica o a veces ni siquiera de forma romántica, cuando sientes vacío, o cuando dejas al amor que prometiste querer toda tu eternidad por el bien de los dos.
Hay un dicho que dice: "La sirena que se enamora de un hombre, anhela un amor que nunca será suyo, como las olas del mar que siempre vuelven a la orilla pero nunca se quedan en tierra firme."

Harry no pudo quedar más devastado después de escuchar eso.

La sirena había pasado los últimos meses en el mar. Había estado ausente por mucho tiempo en el mundo humano, la necesidad de ir y revisar si todo seguía igual era una duda en su cerebro cada que salía al exterior a tomar el sol, de todas formas se encontraba muy lejos de lo que una vez llegó a considerar su segundo hogar.

Un lugar mágico lleno de seres fantásticos y criaturas marinas avecinaban las profundidades marítimas, un sin fin de espacio lleno de hogares, incluyendo el de Harry, quien había decidido renovar su cueva con cosas que había encontrado en barcos abandonados y basura humana que el rizado consideraba como riquezas que le daban los humanos. Pero después de todo ese tiempo, jugando a olvidar lo que una vez llegó a querer, ignorando los golpes dolorosos que su corazón sentía cuando más había dejado olvidado en sus pensamiento a su amor, su corazón seguía anhelando a alguien que había dejado atrás en el mundo humano: Zayn.

Había sido difícil alejarse de él al principio, había llorado mucho con las conchas marinas y sus amigos langostas una noche de frío, pero Harry había encontrado consuelo en ellos, escuchando cada consejo que sus amigos marítimos le habían dado para poder olvidarlo, sin embargo; su corazón seguía doliendo cada día más hasta el punto de llegar a sentir cómo está dejaba de latir por segundos antes de volver a su ritmo cardiaco normal.

Después de un tiempo, Harry comenzó a darse cuenta de que extrañaba mucho a Zayn. Y esta vez era más serio de lo que pensaba. Quería volver a su lado, sentir su calor y su presencia. Necesitaba volver a ver esos globos oculares marrones una vez más, sentía la necesidad de tomarlos prestado pero no sabía si Zayn sentiría dolor si se los llevara en un frasco.

No era fácil tomar decisiones tan precipitabas como volver al mundo humano por segunda vez.
Cuando Harry emergió de las profundidades del océano, lo primero que notó fue lo diferente que se sentía, lo fría que era el agua en su aleta rosada. Había estado acostumbrado al agua dulce y purificada, pero ahora el aire fresco y los sonidos del mar lo abrumaban. Tomó un momento para acostumbrarse, y un sermón de una mantaraya cuando vio la inconformidad en la cara de Harry.

Estaba inconforme con esto.

Así que decidió volver al mundo humano una vez más después de hablar con Clea, su amiga espiritual, o bien, la medusa más amable que haya conocido nunca.

"¿Cómo debería de reaccionar?"

"No lo sé, ¿pero te gusta?", preguntó el rizado, enseñándole el frasco lleno de perlas rosas.

"Harry, ¿cuanto lloraste para llenar eso?"

"No preguntes, solo dime si te gusta".

"Es un buen regalo... pero sabiendo que lloraste para conseguirlos es demasiado triste".

Harry quedo satisfecho con esa respuesta ignorando la última parte.

Sabía que Zayn vivía en un pequeño apartamento en la ciudad, así que fue allí donde se dirigió.
En el camino, la cantidad de gente que lo miro extraño por la ropa húmeda y llena de arena junto a ese frasco lleno de lo que parecían perlas dejó inconformidades en algunos rostros mientras otros lo mirando con curiosidad.

𝐀𝐥𝐞𝐭𝐞𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora