"𝐂𝐈𝐆𝐀𝐑𝐄𝐓T𝐄𝐒" VANCE HOPPER X MALE!READER.

3:𝐝𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐬𝐚

Hola!si tienes problemas con el tema de la depresión,por favor no veas este capitulo.Tqm.

Tal y como Vance afirmaba,Alex tenía otra vida muy distinta que con el  dentro de casa.
Llego a su casa a los 8:00pm despues de pasar todo el dia con Vance cometiendo estupideces como siempre.Y rezando internamente para que el olor de tabaco se fuera de su sudadera negra y su madre no lograra percibirlo.

Su plan era irse a su habitación rápidamente,subir las escaleras casi tropezandose y encerrarse en su habitación como si nada hubiera sucedido.El tema estaría olvidado,mamá no se daría cuenta y el se ahorraría problemas.

Pero la voz de su madre lo hizo detenerse de golpe una vez estuvo listo para subir las escaleras,con su pie izquierdo ya en el primer escalón y su mano sujetando el barandal de madera.

-Alexandre.-Paro de caminar al escuchar su nombre completo,ese tono era una advertencia de que no se iba a librar de esa manera tan sencilla.Y fue un idiota al pensar que realmente lograría escapar del tormento de aquellos regaños que tanto lastimaban su corazón lleno de polvo y cenizas-¿Que son estás horas de llegar?-Su madre no aparto la vista de sus documentos,lo que aún hizo ponerse a Alex más nervioso. paso saliva con dureza,e intentó pensar en una excusa verdadera,pero que tampoco enojara más a la señora Leveu.

-E-estaba con Vance ma',en el supermercado,ya sabes...-Tartamudeo con un fuerte temblor en sus piernas,y pensó que estaba a punto de estamparse contra el suelo. Su madre tarareo en respuesta subrayando algo de aquellos papeles del trabajo.

-Ah¿Entonces el maric* de Vance es mas importante que yo?¿Yo tengo que soportar a tu padre mientras tu simplemente vas por ahi?¿Soy yo la que tengo que quedarme despierta esperando a que ustedes lleguen?Lárgate a tu habitación,estoy tan harta de ustedes maldita sea...-Escupio llega de rencor,aquella mujer le tenía un odio especial a su esposo y al hijo que tuvo con su ex esposo.Esto precisamente recalcando que ellos eran unos insensibles dejándola sola por tanto tiempo.Y la razón estaría de su lado,sino fuera porque cada vez que el adolescente trataba de pasar tiempo con ella solo era para hablar de sus estudios o para regañarlo más.

El azabache corrio hacia su habitación y cerro la puerta con cuidado de no hacer ruido,y se apresuró en arroparse en su cama como un bebé iniciando con lo que lo había mantenido calmado todo este tiempo.Los pellizcos y rasguños en su piel dejaban marcas poco notorias.No estaban siendo de ayuda,y ya había escuchado de una salida mucho más eficiente.Los porros no los podía usar en su casa,si quería vivir bajo un techo.

No es suficiente,no es suficiente,no es suficiente.

Sentia que rascarse no quitaria el estres que sentia,entonces decidio probar algo nuevo,algo antes nunca probado.
Habia escuchado muchas veces que eso te liberaba,te hacia sentir vivo.Algo que muchos describían como maravilloso y una sensación encantadora,Alex aún no podia asegurar eso antes de probarlo. Ver para creer,pensó el levantándose de la cama y sacando de la bolsita aquella pequeña cuchilla que su madre utilizaba para retocar sus cejas.

Decidió probar el filo de aquella pequeña herramienta deslizando su dedo índice,la sangre broto muy rápido y Alex reprimió un jadeo.Muy filosa.
Con un poco de emoción ante una nueva solución,alzo la manga de su sudadera con su mano temblorosa y posicionó su cuchilla en la piel,haciendo algo de presión en esta.

Cerró los ojos con fuerza y deslizó ls cuchilla de una lado a otro de su piel. Un inaudibles gemido de dolor escapó por su labios,pero no se detuvo.Al contrario,cada vez las cortadas aumentaban de rudeza y rapidez.Haciendo que un líquido caliente empapará su antebrazo.

Y...no lograba sentir nada gratificante.La pesadez en su pecho en vez de alivianar pensó que había aumentado.Tal vez era su poca fe en esto,o tal vez porque no había cortado muy profundo.No sabios,no hacía esto a menudo.
Sin embargo,un poco de la rabia que tenía había disminuido,haciendo que respirara jadeante empapado de sudor como si hubiera llegado a la meta de la competencia.