61. Conducción hacia el Norte

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Ting Shuang estaba sudando profusamente mientras pateaba la pelota. sus zapatos, piernas  y los pantalones estaban todos sucios.

No era consciente de nada más. Sólo felicidad y victoria. Solo quería correr hacia la audiencia en las gradas después de compartir un abrazo grupal con sus compañeros de equipo, al igual que los otros niños que juegan al fútbol.

Los otros chicos corrieron hacia sus novias. Se secaron el sudor, bebieron agua y se jactaron ante sus novias de lo buenos que eran en ese momento.

Ting Shuang también se secó el sudor y bebió agua, rompiendo felizmente sus tácticas frente a Bai Changyi.

Bai Changyi sonrió y escuchó durante mucho tiempo antes de decir —Se van y te están esperando—.

Ting Shuang se dio la vuelta y vio a los otros chicos y sus novias parados debajo de las gradas.

Él sonrió y saludó, despidiéndose de ellos en voz alta.

Después de despedirse, se dio la vuelta, besó a Bai Changyi y preguntó —¿Cómo se siente ver a tu novio jugar al fútbol entre un grupo de chicos de secundaria?—.

Bai Changyi estaba feliz de alimentar la vanidad de Ting Shuang —Todos están celosos de mí. Mi novio es más guapo—.

Ting Shuang fingió estar angustiado —Esos tipos que jugaban al fútbol también estaban celosos de mí. Es demasiado molesto.

Los dos se miraron, se rieron y luego compartieron un largo beso en las gradas vacías.

El viento soplaba sobre la hierba, soplando más allá de su cabello y ropa.

—¿Tienes frío?— Bai Changyi dijo —Estás todo sudado. Te traje una camisa de manga larga en el coche. Ve y cámbiate.

Ting Shuang asintió y se cambió de ropa antes de irse.

Las luces de la calle eran brillantes, pero el cielo aún no estaba completamente oscuro. Nubes en capas estaban en la distancia, colores dorado, rosa, gris púrpura y azul oscuro, que se extendían desde el horizonte hasta el cenit.

‘Love Is Reason’ comenzó a sonar en el estéreo del auto.

—¿Qué vamos a hacer ahora?— Ting Shuang se movió al ritmo del disco, muy cómodo.

—Como dijiste, navega los mares y cabalga con los vientos y las olas, para luchar contra los tiburones—. Cuando Bai Changyi dijo esto, su tono sonó como si estuviera diciendo, ‘busca un restaurante para comer, luego ve a casa y duerme’.

Después de la locura de antes, Ting Shuang no se sintió particularmente sorprendido cuando escuchó eso —Está bien, ¿a dónde voy?—

Todo el camino hacia el norte. Bai Changyi señaló una carretera, —A Lübeck—.

Ting Shuang miró el mapa, —Dios, ¿vamos a cruzar la mitad de Alemania hasta el Mar Báltico? ¿Cuánto tiempo tardará?—

Bai Changyi dijo —Podemos llegar antes de las dos de la mañana. La tienda de alquiler de coches tiene una cadena. Devolveremos el coche en Lübeck mañana por la mañana y volveremos en avión. Su hijo todavía está esperando en casa—.

—¿Estás familiarizado con esto?— Ting Shuang tenía curiosidad —¿Has hecho este tipo de cosas antes?—

Hace más de diez años. Bai Changyi dijo —Ve primero a la gasolinera—.

Ting Shuang estacionó el automóvil en la estación de servicio, compró agua y mucha comida en la tienda de conveniencia las 24 horas y esperó a que Bai Changyi llenara el tanque de gasolina mientras comía.

Tu Distancia / Your DistanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora