25. 50 Centímetros

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Era una Souverän Black-Blue, con rayas verticales negras y azul oscuro a lo largo de su cuerpo, un plumín plateado con punta dorada y adornos dorados.

Cuanto más miraba Ting Shuang la pluma, más sentía que ésta era una transformación del propio Bai Changyi. A primera vista, parecía oscura y misteriosa, pero si la miraba de cerca descubriría que era todo coquetería.

El espíritu de una pluma estilográfica.

El ayudante del profesor aún no había terminado de repartir los apuntes de clase cuando un alumno alemán dijo en broma —¿El profesor está repartiendo apuntes de clase? No he visto oel calendario antes de salir. ¿Hoy es Navidad?—.

Las carcajadas sonaron bajo el podio, y varios estudiantes se unieron gritando —¡Feliz Navidad!—.

Ting Shuang miró a Bai Changyi. ¿Qué, para mejorar la eficiencia del aprendizaje de todos...?

El gran profesor Bai había sido profesor durante tantos años y nunca había tenido en cuenta la eficiencia del aprendizaje de sus alumnos, y sin embargo y de repente estaba haciendo una buena acción. Por supuesto, todo el mundo lo trataría como un día de fiesta.

La mirada de Bai Changyi se deslizó sobre Ting Shuang, y los dos se cruzaron durante sólo una fracción de segundo, pero Ting Shuang sintió como si en ese tiempo hubieran coqueteado el uno con el otro.

Maldito entendimiento tácito.

Ting Shuang sintió un poco de calor en la cara.

Bai Changyi miró a los estudiantes que gritaban Feliz Navidad y se rió, burlándose —Señoras y señores, pueden tratar mis apuntes de clase como un regalo de Navidad, pero, por favor, no esperen hasta Navidad para "abrir" estos regalos, o llorarán a finales de septiembre—.

Las risas por debajo se convirtieron en lamentos. El examen de Robotik era a finales de septiembre. Ting Shuang también fingió llorar junto con todos.

Pero cuando miró a Bai Changyi, sus ojos sonreían, pareciendo que se burlaba de él. Esos ojos parecían decir; "Ves, es una opinión popular, ¿cómo no sabes lo difíciles que son los exámenes?". Esa era la arrogancia que se desprende de ser mimado.

Los labios de Bai Changyi se curvaron ligeramente, apoyando las manos en la mesa de la primera fila y mirando a Ting Shuang. A medio metro de distancia entre ellos, se mostró medio inquisitivo y medio burlón —Este caballero, ¿tiene alguna opinión que quiera compartir respecto a mis exámenes?—.

El suspiro que iba a soltar se quedó de repente atrapado en su garganta. El aula se quedó en silencio por un momento, antes de que todos comenzaran a reírse de nuevo después de dos segundos.

—....— Ting Shuang nunca pensó que Bai Changyi haría algo así en clase, y de repente se puso rojo.

Joder. Definitivamente, la vieja bestia lo hizo intencionadamente.

Bromeando de nuevo con él...

No podía echarse atrás. Ting Shuang pensó, si se echaba atrás ahora, ¿no estaría para siempre a merced de Bai Changyi en clase? Tenía que enfrentarse a ella directamente.

—Creo...— Ting Shuang se encontró con la mirada de Bai Changyi, y simplemente respondió a la broma de Bai Changyi como si fuera una pregunta seria. —Mis compañeros, y yo, pensamos que el examen de Robotik es demasiado difícil... Según como ha sido—.

Bai Chang asintió mientras escuchaba. Luego escudriñó a los estudiantes en el aula y sonrió, —¿Es así?—.

Bajo el podio, se hizo un silencio momentáneo.
Luego siguieron queriendo pasar a la acción.

"¡Sí!" Alguien respondió de repente en voz alta.

Era la señal de la revolución.

"¡Sí!"

"¡Sí!"

"¡Es una pesadilla!"

"¡Desastre!"

"¡Infierno!"

Era una opinión extremadamente popular. A medida que esto avanzaba, sólo se intensificará. Bai Changyi seguía sintiendo que también escuchaba palabras como "Tirano" y "Hitler".

El gran Profesor Bai era muy querido por los estudiantes, ¿cómo podía ser asociado con estas dos palabras?

Bueno, debía ser una alucinación auditiva.

A esa edad, su oído debe haberse degradado. Mmm...

Bai Changyi dejó que los estudiantes gritaran un rato antes de hacer un gesto de "silencio". Bajo las numerosas miradas de los jóvenes, dijo —Tendré en cuenta vuestras opiniones Y bajaré la dificultad del examen a un nivel adecuado—.

En cuanto oyeron la palabra "bajar", el aula se sumió en un breve silencio, sin que nadie se atreviera a creerlo. Entonces, estalló un fuerte aplauso. Casi arrancó el techo.

Esta gran ocasión podía compararse con la victoria de Alemania en el Mundial de 2014.

Bai Changyi dejó que los estudiantes estuvieran eufóricos durante un minuto. En ese minuto, todos estaban ebrios de felicidad. Reían, gritaban, hablaban con la gente de alrededor, chocaban los cinco, publicaban en Facebook o Twitter para celebrar el éxito de esta revolución, en la que no se derramó sangre ni se hicieron sacrificios. Nadie prestó atención a quién se posó la mirada del profesor.

Un minuto después, Bai Changyi volvió a pedir "silencio" entre los vítores que aún no habían cesado.

—Señoras y señores, ahora empezamos nuestra clase—. Cogió la tiza y escribió el tema de la clase de hoy en la pizarra. Tras escribirlo, se dio la vuelta con elegancia y sonrió —La democracia ha ganado esta vez, ¿no?—.

Tu Distancia / Your DistanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora