capitulo 2

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               Nueve años después

Una linda niña veía a través de la ventana de un auto en movimiento los edificios de una nueva ciudad. Estaba feliz y triste a la vez, por ver cosas nuevas, pero extrañaría mucho a las personas que quiere. Sin embargo, no estaba sola.

—Mikasa, ¿qué ocurre, nena? ¿Te pasa algo?

—No, estoy bien, papá. Solo que estoy triste porque nos vamos de la casa.

—Nena, tenía que hacerlo por mi trabajo. Tenemos que mudarnos a una nueva ciudad y a una nueva casa.

—Extrañaré a la abuela Kuschel, al abuelo Kenny, a mi tía Hange y a mi tío Erwin también.

—No te preocupes, los visitaremos. Además, no estás sola. Me tienes a mí y a Scott. Todo estará bien.

—Gracias, te quiero, papi.

Mikasa sonrió a su padre al recordarle que no estaba sola. Lo tenía a él y a su perrito Scott, que se lo había regalado en Navidad.

Levi estaba feliz porque su niña le decía cuánto lo quería. El cambio fue difícil para ella ya que había estado acostumbrada a su ciudad, pero debido a su trabajo tenían que cambiarse a la ciudad de Shiganshina. Aunque ya había comprado su nueva casa en un lindo vecindario de esa ciudad, esperaba que a su niña le gustara mucho.

Luego de una hora, llegaron a la nueva ciudad de Shiganshina, al nuevo barrio y a su nueva casa. Levi bajó todo el equipaje entrando a la casa mientras que Mikasa estaba jugando con su perro en el jardín.

—Mikasa, ven adentro. Vamos a arreglar la casa y a almorzar —dijo Levi.

—Ya voy, papi —respondió Mikasa alegre.

Mientras entraba a su casa, una mujer de cabello castaño veía a los nuevos vecinos y decidió ir a presentarse para entablar una amistad. Así que decidió comprar las cosas para hacer un postre y regalárselos. Después, se dirigió a su casa para decirle a su esposo y a sus hijos.

—Ya llegué. Eren, ¿arreglaste tu habitación?

Un niño castaño y de ojos verdes estaba en el sofá junto a un joven de cabello rubio con lentes. Ambos miraron a la mujer.

—Mamá, deja de regañarme. Lo haré después.

—Yo se lo dije, pero no me hizo caso —dijo su hermano.

—Zeke, no seas chismoso —dijo Eren enojado.

—Pues ve a hacerlo ahora, porque en un rato iremos a presentarnos a los nuevos vecinos.

—¿Quiénes se acaban de mudar al barrio? No lo sabía —dijo Zeke.

—Sí, vi un camión de mudanza y alguien va a vivir aquí.

—¿Quiénes son los nuevos?

—Pues era un joven, creo que más o menos de unos 24 o 28 años. No se veía tan viejo, y vi una pequeña, probablemente sea la hermana.

—Así que una niña nueva en el barrio. ¿Oíste, Eren? Puedes tener otro amigo y no solo Armin, tu amigo de la escuela.

—No quiero otro amigo. Estoy bien con Armin y, además, no me caerá bien. Es una niña —dijo frunciendo el ceño.

—¿Cómo puedes decir eso si no la conoces todavía? Igual vamos a presentarnos y no quiero quejas. Ve a arreglar tu habitación —dijo enojada para que su hijo fuera a arreglar su cuarto.

El niño fue enojado a su habitación ya que no quería que su mamá lo regañara. Luego de una hora, su madre llevaba un lindo pastel de chocolate para los nuevos vecinos y fueron a conocerlos. Zeke tocó el timbre y esperaron unos minutos hasta que salió un joven de baja estatura y cabello azabache.

Padre E Hija [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora