Mientras tanto, Levi estaba en su oficina terminando unos papeles. Sabía que ya era hora de recoger a Mikasa, así que se preparó para irse.
—Señor Ackerman, ¿va a algún lado? —preguntó una compañera de trabajo.
—Sí, ya es hora de recoger a mi hija. Nos vemos mañana —respondió Levi con una pequeña sonrisa.
Salió de su oficina y se dirigió a la escuela Rose. Mientras conducía, pensaba en lo orgulloso que estaba de Mikasa por adaptarse a su nueva escuela y hacer nuevos amigos. Cuando llegó, no la vio en la entrada, lo que lo preocupó un poco. Decidió llamar a Eren para ver si sabía algo.
—Hola, Eren. Soy el papá de Mikasa. ¿Sabes dónde está? No la veo en la escuela.
—Hola, señor Ackerman. Estábamos en el parque, pero ella fue al baño y no ha vuelto. Pensé que ya se había ido con usted —dijo Eren preocupado.
Levi sintió un nudo en el estómago. Algo no estaba bien.
—¿Estás seguro de que no la viste volver? —preguntó Levi tratando de mantener la calma.
—Sí, señor. La esperé pero no volvió. Pensé que usted la había recogido —dijo Eren con voz temblorosa.
Levi colgó rápidamente y comenzó a buscar a Mikasa por todos lados. Preguntó a otros niños, maestros y personas en el parque, pero nadie la había visto.
—¡Mikasa! —gritaba Levi desesperado.
De repente, su teléfono sonó. Era un número desconocido. Contestó esperando escuchar la voz de su hija.
—¿Aló? ¿Quién habla? —dijo Levi apresurado.
—Hola, Ackerman. ¿Te acuerdas de nosotros? —dijo una voz fría y familiar.
Levi sintió un escalofrío al reconocer la voz. Eran los hombres a los que había enviado a prisión años atrás.
—¿Dónde está mi hija? —dijo Levi furioso.
—Tranquilo, Levi. Tu hija está con nosotros y está bien. Por ahora. Si quieres volver a verla, haz exactamente lo que te decimos.
Levi sintió que el mundo se le caía encima. La vida de su hija estaba en peligro y él haría cualquier cosa para salvarla.
—Dime qué quieres. Haré lo que sea —dijo Levi con la voz rota.
—Muy bien. Te daremos instrucciones pronto. No vayas a la policía o será lo último que verás de tu hija —dijo la voz antes de colgar.
Levi se quedó mirando su teléfono, incapaz de moverse. Tenía que salvar a Mikasa, pero no sabía por dónde empezar. Necesitaba ayuda, pero no podía arriesgarse a poner a su hija en más peligro.
Mientras tanto, en un lugar desconocido, Mikasa se despertó en una habitación oscura. Estaba atada a una silla y no podía moverse. Estaba asustada y no sabía dónde estaba.
—Papá... —susurró Mikasa mientras las lágrimas caían por su rostro.
De repente, la puerta se abrió y entró un hombre con una sonrisa cruel.
—Buenos días, pequeña. Te quedas aquí hasta que tu papá cumpla con nuestras demandas —dijo el hombre.
Mikasa intentó gritar, pero tenía miedo de lo que podrían hacerle. Solo podía esperar y rezar para que su papá viniera a rescatarla.
Levi, desesperado y sin opciones, decidió que tenía que enfrentarse a los hombres que habían secuestrado a su hija. Sabía que no podía hacerlo solo, así que se dirigió a su viejo amigo Erwin, quien era policía.
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Padre E Hija [Eremika]
RomanceLevi un joven que va a la universidad todo va bien hasta que su vida cambia cuando encuentre a una bebé en la Puerta de su departamento tendrá que saber como ser Padre y superar todo los retos que se vendrán mas adelante los personajes no son míos...