Capitulo 4

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Con el tiempo, Eren y Mikasa se volvieron inseparables, su amistad se fortalecía día a día y el cariño entre ellos se hacía más evidente. Mikasa encontraba en Eren una fuente de valentía y protección, mientras que Eren sentía una profunda admiración y afecto por Mikasa.

Una tarde, mientras caminaban juntos de regreso a casa, Eren se detuvo y miró a Mikasa.

—Mikasa, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti. No importa lo que pase, nunca te dejaré sola —dijo Eren, con una sinceridad que conmovió a Mikasa.

Mikasa sonrió, sintiendo una calidez en su corazón.

—Yo también estaré siempre a tu lado, Eren. Te prometo que nos cuidaremos mutuamente —respondió Mikasa, acercándose un poco más a él.

El tiempo pasó y la relación entre ellos se fue fortaleciendo aún más, encontrando en su amistad y cariño mutuo una fuente de fuerza y consuelo.

Levi, observando cómo su hija crecía y encontraba apoyo en sus amigos, sentía una profunda gratitud. Aunque el camino había sido difícil, sabía que Mikasa estaba rodeada de personas que la amaban y que siempre la protegerían.

Y así, en el pequeño vecindario de Shiganshina, la vida continuó con una renovada esperanza y el conocimiento de que, pase lo que pase, siempre se tendrían los unos a los otros

Un año después

Había pasado un año desde los eventos que marcaron sus vidas. La casa de los Ackerman estaba llena de risas y alegría, ya que celebraban el décimo cumpleaños de Mikasa. Las decoraciones, globos y el delicioso aroma del pastel llenaban el ambiente. Mikasa estaba rodeada de sus amigos y familiares más queridos.

Eren, Armin, Carla, Zeke y otros amigos del vecindario estaban presentes, disfrutando de la fiesta. Levi y Hange también estaban allí, intercambiando miradas cómplices mientras ayudaban a organizar la celebración.

—¡Feliz cumpleaños, Mikasa! —gritaron todos en coro mientras Mikasa soplaba las velas de su pastel, una enorme sonrisa adornaba su rostro.

Después de repartir el pastel y abrir los regalos, Levi y Hange se acercaron a Mikasa, ambos con una expresión de felicidad y nerviosismo.

—Mikasa, tenemos algo importante que decirte —comenzó Levi, tomando la mano de Hange.

Mikasa los miró con curiosidad, notando la seriedad en los ojos de su padre.

—¿Qué pasa, papá? —preguntó, mientras todos en la sala se volvían hacia ellos, interesados en el anuncio.

Hange sonrió y agregó:

—Mikasa, Levi y yo hemos pasado mucho tiempo juntos este último año. Nos hemos conocido mejor y... —Hange hizo una pausa, buscando las palabras correctas—, nos hemos enamorado. Así que queremos decirte que ahora somos novios.

La habitación quedó en silencio por un momento, antes de que una sonrisa se extendiera por el rostro de Mikasa.

—¿En serio? ¡Eso es increíble! —exclamó Mikasa, saltando a los brazos de Levi y Hange.

Todos los presentes aplaudieron y vitorearon, compartiendo la alegría del momento. Carla, sonriendo ampliamente, se acercó a Levi y Hange.

—Me alegra tanto por ustedes dos. Sabía que esto pasaría tarde o temprano —dijo Carla, abrazándolos.

Eren, que había estado observando la escena, se acercó a Mikasa y le susurró al oído:

—Ahora tienes una familia aún más grande y amorosa.

Padre E Hija [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora