ADVERTENCIA: Suicidio
Naruto estaba viviendo la mejor vida que hubiera podido imaginar.
Todo parecía ir viento en popa y la compañía de Sasuke parecía afirmar que el tiempo que pasarían juntos seria, en efecto, infinitamente largo. A pesar que el rubio sabia que eso no era cierto, se dejo seducir por la idea de pasar una vida junto a Sasuke, y el Uchiha no era ajeno a sus deseos.
Sasuke también estaba pasando un momento único en su vida, una fingida paz se había posado en su mente. Junto a su amigo todos los días eran tranquilos, salía al hospital a trabajar y las miradas ya no le molestaban porque solo podía escuchar las palabras de Naruto y contemplar su sonrisa.
Fue un tiempo tranquilo y feliz, algo bonito. Esa engañosa felicidad complacía sus corazones.
Un martes Naruto se decidió hablarle a Sasuke sobre la fecha de la misión. Había tenido sus dudas al respecto, ya que no quería acabar con el engaño en el que estaba viviendo y volver a la realidad de que tendría que irse sin algo que le asegure que volvería.
Un martes fue, que Naruto hablo con Sasuke sobre ese tema.
Un martes, fue que aquel episodio ocurrió
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Sasuke estaba lavando los platos con cierta alegría. Había pasado un buen día junto a Naruto y ciertas palabras de Shikamaru ya no le molestaban.
El chico mas inteligente de la aldea le había amenazado por así decirlo, asegurándole que Naruto iba a ser hokage (como si el Uchiha fuera tonto de no saberlo) y básicamente le había dicho que si le hacia algo todo el mundo ninja se iría contra el.
El ultimo Uchiha no necesitaba ser un genio para saber eso de antemano, lo que le había turbado era lo que Shikamaru dijo después.
"Así que piensa bien que harás Uchiha, si no planeas apoyarlo entonces será mejor que no te quedes a su lado. Hacer sangrar a alguien no es la única forma de herir, lo sabes bien."
Como si fuera tonto, pensó. Sin embargo, la molestia no pudo crecer en su pecho porque vio a cierta cabellera rubia entrar por la puerta.
-Teme, ya volví- dijo sonriente.
Sasuke no pudo contener su sonrisa al verlo.
-Ya me di cuenta- respondió burlón.
Naruto se sentía nervioso, había tomado mucha fuerza fuera de la puerta de la casa para planear las palabras que le diría a su compañero. No sabia la razón, pero presentía que no se lo tomaría del todo bien. Además, no le gustaría hacerlo sentir mal, Sasuke había mejorado y no le gustaría para nada que recaiga.
-Sasuke, tengo que decirte algo- tartamudeo, sus piernas temblaban ligeramente.
El Uchiha lo vio desde su hombro, sin voltearse por completo. Seguía sosteniendo en sus manos la vajilla de cerámica.
Naruto no espero respuesta, pues ni siquiera lo estaba mirando, su vista contemplaba con atención el suelo. Sus rubios cabellos cubrían su rostro.
-La fecha de la misión contra Pain, la que te comenté hace un tiempo, ya está confirmada- por un momento se sintió como un niño pequeño de nuevo- Sera este domingo, partiremos al amanecer.