Capítulo 18

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Capítulo dedicado a mi esposa daniela_CG33

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Capítulo dedicado a mi esposa daniela_CG33

Luis miraba a Altagracia, conteniendo el aliento. Su expresión asombrada no hacía nada por animarlo y cuando no contestó de inmediato, se asustó.

¿Y si le decía que no quería casarse con él, que se contentaba con que fuera el padre de Alex y nada más? ¿Su decisión de no tocarla hasta que hubieran aclarado su relación habría enfriado el ardor que sentía por él?

O tal vez lo estaba haciendo todo mal. Tal vez a la cerebral y cínica empresaria le parecía ridículo aquel gesto sentimental. Tal vez no le gustaba que hubiera clavado una rodilla en el suelo y la llamase «mi amor», mirándola como si fuera a ahogarse si le decía que no.

Luis bajó la mano con que le ofrecía el anillo y se levantó.

-Metí la pata la primera vez que te propuse matrimonio. ¿Otra vez lo estoy haciendo mal?

Entonces, un sonido melodioso salió de los labios que se moría por besar.

Altagracia estaba riéndose.

De él, de su ofrecimiento, de su proposición de matrimonio.

Luis bajó los hombros.

¿Qué había esperado después de toda una vida de exilio emocional? Evidentemente, le era imposible comunicar sus recién encontradas emociones.

-Me parecía bien... en teoría, pero veo que me equivoqué.

Altagracia dejó de reír abruptamente y lo miró a los ojos. Y entonces sintió que todo estaba bien, que todo se colocaba en su sitio, completándolo. ¿Cómo iba a vivir si él no era capaz de completarla a ella?

-Mira, olvídate de lo que dije. Quiero complacerte, honrarte, demostrarte cuánto deseo que seas mía, pero no soy capaz de hacerlo bien...

-Luis, no podrías haberlo hecho mejor -lo interrumpió ella. -Ni siquiera en mis más locas fantasías hubiera podido imaginar algo parecido.

-¿Entonces por qué...?

-¿Por qué me he reído? Porque tú, José Luis Navarrete, pareces tener los mismos miedos que yo tenía hasta hace unos minutos.

-¿Qué miedos?

-Como no habías vuelto a hacerme el amor, pensé que no me deseabas tanto como yo pensaba.

¿Ése había sido su miedo?

-Tenías razón -dijo él. -Porque te deseo mucho más de lo que puedas imaginar, más de lo que es sensato. Mi deseo por ti me define ahora, es lo que soy: el hombre que te desea.

En sus preciosos ojos vio una mezcla de alegría y tristeza.

-¿Entonces por qué no has vuelto a hacerme el amor?

𝐴𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑃𝑟𝑜ℎ𝑖𝑏𝑖𝑑𝑜... |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora