Prólogo.

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La fortaleza roja, aquella edificación silenciosa construida para albergar al Rey de los Siete Reinos, y por supuesto, los más profundos secretos de la Dinastía Targaryen

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La fortaleza roja, aquella edificación silenciosa construida para albergar al Rey de los Siete Reinos, y por supuesto, los más profundos secretos de la Dinastía Targaryen.

Siempre se había considerado un misterio todo los sucesos dentro del castillo, los rumores corrían pero nadie sabía la verdad exacta. Nadie sabía la razón absoluta de porque, la Princesa Rhaenyra y la Reina  Alicent, habían peleado. Un pleito que tendría repercusión en su futuro.

Fue en el año 107 d.C que el Príncipe Aegon II nació, un varón primogénito del Rey Viserys. La corte alegó más de una vez que se debía llevar acabo el cambio de heredero, despojar de su derecho a Rhaenyra Targaryen quien había sido juramentada como heredera y Princesa de Dragonstone en el 101 d.C.

—Creemos apropiado que sea Aegon, su hijo, el proximo Rey. Su Majestad. —Manifestó Otto, la mano, ante Viserys.

—Ya decrete a mi hija como mi heredera. Es mi decisión final. —Declaró Viserys, ignorando cualquier opinión contradictoria a la suya.

A Viserys le hubiera gustado que aquella vez, fuera la última ocasión que el tema saliera a flote, pero tan solo era el comienzo.

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Una tradición nueva en la familia del Dragón, era aquella que la madre o padre, volará con su hijo recién nacido sobre su dragón, con la finalidad del que bebé se acostumbrará a los altos cielos.

Rhaenyra había despertado su casta a los 12 años, revelandose como una alfa de carácter dominante, una particular muy común en su antepasados.

—Padre yo no..

–Rhaenyra, hija mía. Sabes que yo no tengo un dragón, eres la única que puede hacerlo. Aegon es tu hermano menor, esto podría fortalecer su vínculo. —Expuso Viserys llevando su mano a la mejilla de su hija.

Rhaenyra llevo su mirada a un lado, justo en dónde su pequeño hermano estaba. Aegon apenas tenía un año de vida pero ya parecía querer correr por todo el castillo.

—Esta bien, Padre. Lo haré.

Viserys sonrió y agradeció por la aceptación de su hija.

Rhaenyra podía recordar exactamente la sonrisa en su hermano, su risa cuando monto a Syrax junto a ella. Y lo que parecía solo un viajé, se convirtió en una costumbre. Terminó creándose un vínculo entre los dos medios hermanos aún cuando Rhaenyra no estaba en buenos términos con la Reina.

La joven Alfa estuvo presente ante las primeras palabras de Aegon, y su cercanía más notoria era.

Era una costumbre ver a la princesa caminar por los pasillos de la fortaleza roja y que su pequeño hermano viniera detrás ella.

–Mi pequeño hermano, no deberías seguirme todo el día.

—¡Nyra! ¡Arriba! ¡Arriba!

Rhaenyra soltó una risa, los pequeños brazos de Aegon se elevaron hacia ella. Su corazón duro de digna Alfa, se encogió y sedio ante el cariño.

En ese mismo año, 109 d.C llegó Helaena, una dulce niña que fue imposible para Rhaenyra resistirse, también la llevó en el lomo de Syrax, aun cuando hubo llantos por parte de Aegon que quería ser el único en el corazón de su hermana mayor.

Ese solo era el comienzo, Viserys sonría cada vez que veía a sus hijos juntos, la seguridad de la casa Targaryen estaría bien. Pero si el Rey era feliz, para la Reina no tanto.

Alicent era un beta, era incapaz para ella percibir los aromas naturales de los alfas. Por lo que no era capaz de oler la fragancia que Rhaenyra desprendía cada que estaba cerca de su sus hermanos pequeño. Ante sus ojos, la Alfa sólo se acercaba a su hijos para molestarle y provocarla, cuando su tercer hijo nació, se opuso ante la cercanía de Rhaenyra.

—Alicent, es su hermano menor, ella quiere pasar tiempo con Aemond.

—Ella quiere quitarme a mis hijos, Viserys! No puedo permitirle eso.

Aquella lejanía no duró tanto, Alicent no podía retener a Aemond, no cuando el menor quería seguir a sus hermanos, quién a su vez seguían a Rhaenyra.

Los sirvientes y guardias, veían con gracia a Rhaenyra caminar por los pasillos de la fortaleza roja, Aegon de 4 años sujetado a su mano y su vez Helaena de 2 años, y entre sus brazos a Aemond de apenas 1 año.

El castillo que pasaba la mayor parte del tiempo en silencio, estaba lleno de pequeñas risas y balbuceos.

—¿Necesita ayuda? Princesa. —Dijo Ser Harrold recibiendo una negativa de la Princesa.

—Oh no, estoy bien Ser Harrold.
Rhaenyra sonrió, amaba estar con sus hermanos, leer para ellos  y llevarlos  viajes en Syrax, podría quedarse así si no fuera por la insistencia de su padre al tener que casarse y formar su propia familia.

Era un Alfa fémina Targaryen, una muy linda, la Delicia del Reino, por lo que las propuestas de mano no se hicieron esperar. Un sin fin de cartas y candidatos, rechazo a muchos, vio a otros enfrentarse por su mano, disputas por ser su esposo que terminó por escoger a un primo suyo, Laenor Velaryon, un Alfa de buena familia.

—¿Boda? ¿Bebes nuevos? —Rhaenyra tubo que atraer a su hermano hacia ella cuando vio que estaba por llorar. En la mente del pequeño Aegon, nuevos bebés significaba que serían reemplazados. —Nyra..no nos quiere.

—Claro que no. —Con su mano acuno el rostro de su hermano menor y miro a los otro pequeños. —Tendré bebés pero esos pequeños niños necesitarán a sus Tíos. Para que los cuiden.

Sus palabras simples sirvieron para calmar a los tres niños.

Fue como en el 111 d.C su boda ocurrió. Laenor Velaryon era un buen príncipe, amigo/primo de infancia por lo que su relación sería buena, claro, si es que los rumores sobre sus preferencias que envolvían al Príncipe, no fueran ciertos.

Una años después, su primer hijo llegó. Un niño de cabellos castaños y ojos marrones, Rhaenyra aún recuerdo la sonrisa y el brillo en los ojos de Aegon cuando se lo presentó.

—Bebe bonito. –Aegon deslizó su mano por la cuna del pequeño Jacaerys pinchando su mejilla con su dedo. —Mio. Jace mío.

Una sonrisa escapo de los adultos, claro ninguno sabia la repercusión de esas palabras en el futuro.

Nadie imaginaba los sin fin de problemas que caerian sobre los Targaryen, rumores, todos empezaría con rumores maliciosos.

La sucesión de la corona de debatirá entre dos hermanos, niños llegarían al mundo y la paternidad sería puesta en duda. Pero la verdad de todo, estaría oculta entre los pasillo de la fortaleza roja.

Más específicamente, en las habitaciones de los Príncipes Targaryen y Velaryon.

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Prólogo aquí 🌷
Nuevo fic, aquí una introducción sobre la relación de Rhaenyra y sus hermanos que tendrá peso en la historia.
Capítulo uno en unas horas, realmente espero que les fuste este fic. ❤️‍🩹

Para recordar, esto es un Omegaverse con la presencia de gamma-deltas 🐈‍⬛

𝐒𝐄𝐌𝐈𝐋𝐋𝐀 𝐃𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 - Lucemond / JaegonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora