ᴊᴜʟʏ - Jenlisa

➟ If you want me to leave

If you want me to leave, then tell me to leave and baby I'll go.

Si quieres que me vaya, dime que me vaya y me iré, bebé.

  Jennie la mira perpleja, es la primera vez que Lisa le pide que la deje irse, abandonarla. Jamás pensó que lograría llevarla hasta ese punto, y sin embargo ahí estaban.

  Nota que sus ojitos lindos no tienen ese brillo de felicidad, dándose cuenta que los ha abandonado hace tiempo. Nota que Lisa sonríe en su ausencia más que en su presencia. Nota la delgada figura más fina que cuando la conoció, un cuerpo que conoce el cansancio y no puede descansar.

  El amor se desbordó, la ahogó hasta matarla. Ya no puede ver a Lisa, a la Lisa de quién tanto se había enamorado cuando eran jóvenes. Sólo ve una Lisa magullada por sus golpes, enferma de su amor por ella.

"No." Responde con egoísmo.

  Jennie lo reconoce, ella es la única causante de la tortura de ambas. Pero no quiere aceptarlo, no quiere ser quien termine con la relación. La necesita, necesita a Lisa como si fuese el aire que respira. Es quien le da dirección y la estabiliza, aunque apenas se sujete de un clavo, estaría a la deriva sin su pequeña rubia.

"Por favor, Jennie." Vuelve a insistir con sus ojitos llenos de lágrimas, brillando de tristeza cuando antes lo hacían de felicidad.

"No, no puedes irte." Jennie se arrodilla frente a ella y la abraza, aferrándose a la ropa de las menor. "Te necesito más de lo que tú me necesitas a mí. No te vayas, Lisa."

  La tailandesa no le devuelve el abrazo, sus brazos caen a los costados de su cuerpo. No quiere ese contacto físico, ya no le provoca nada después de tanto tiempo. Niega con la cabeza, ya fueron suficientes las veces en las que se permitió perdonar, en las que se doblegó ante el amor.

"Suéltame, no quiero esto." Le confiensa, intentando separar a la morena de su cuerpo con la poca fuerza que almacenaba. La toma por los hombros y la tira hacia atrás, pero la resistencia que Jennie ofrecía era mucho más grande que sus esfuerzos.

"¡No!" Le grita desesperada y eso asusta a la contraria. "No, Lisa. No puedes hacerme esto, te amo. Por favor, quédate."

  Lisa siente algo mojar su pecho, no le llevó mucho tiempo decifrar que eran lágrimas de la castaña. Un nudo se formó en su pecho al darse cuenta de que era una desesperación verdadera, que en realidad no quería perderla, que se fuera. A sus oídos llegan unos murmullos, súplicas sofocadas de Jennie en las que apenas las palabras son reconocibles.

  Mira hacia abajo y sus ojos encuentran un cabello marrón oscuro que se entierra entre sus pechos, una cara deformada del dolor. Cierra los ojos y mira hacia otro lado, la vista era demasiado para alguien tan débil y vulnerable como ella.

Por un momento, lo contempla. Se rinde. Sus brazos envuelven a Jennie como hace años no se le permitía y acaricia con las yemas de sus dedos la columna vertebral enrollada de la otra. Jennie acepta aquel contacto y la sujeta más fuerte.

  Lisa se tira hacia atrás y ambas se recuestan en el suelo, sujetándose. La rubia se jura a sí misma que será la última vez.