Las últimas dos semanas habían sido extremadamente fascinantes. España era un país hermoso que tenía mucho para ofrecer, lleno de cultura e historia por todos lados. Allí se encontraban, conociendo y explorando lugares que nunca antes habían visitado. En la única otra oportunidad, más de una década atrás, que habían visitado el país Europeo, su destino había sido, únicamente, Barcelona, al noroeste del territorio. El propósito original del viaje actual no era hacer turismo ni conocer diferentes lugares. Cuando decidieron hacer el viaje, lo habían realizado con la mentalidad de pasar tiempo de calidad con su hijo y su yerno, no para conocer otras ciudades que no fuese, quizás, Madrid, ya que era la más próxima a la finca de Albín. Pero, por supuesto que su hijo y su novio tenían otras ideas. Los dos habían planificado un recorrido por el sur, el suroeste y el sureste del país, con paradas específicas en ciudades enriquecidas por un pasado histórico y un presente repleto de diversión.
La hacienda de Albín era estupenda, se encontraba a las afueras de Madrid y estaba a la altura de las tierras de los Reyes-Elizondo en San Marcos, un tanto más pequeña, pero bien administrada y atendida. Contaba con unas bellezas de ejemplares, los cuales no tardaron en llamar la atención de Sara y por ende la de Franco. Los primeros dos días se la pasaron disfrutando de los paisajes campestres, al igual que de los caballos en compañía de su hijo y su yerno. El resto de los días ya habían sido planeados previo a su llegada. A ellos no les molestó que le ocuparan el tiempo, al contrario, estaban agradecidos con Albín y Andrés de que se tomaran la molestia e hicieran espacio en sus agendas para hacer de turistas con ellos. Muchos de los lugares que visitaron eran tan nuevos para ellos como para su hijo porque solo llevaba un corto tiempo viviendo allí.
Albín les planificó una ruta que comenzó con una parada por Salamanca, al oeste del país. Aquel lugar había sido pre-seleccionado porque quedaba a tan solo una hora y treinta minutos de la hacienda, pero sobre todo porque era uno de los lugares que Andrés estaba más emocionado por enseñarle a sus padres. Él estaría asistiendo a un seminario especial en la universidad de Salamanca, estudiando y empapandose, aún más, con la música y la composición. Sus sueños de convertirse en un gran compositor estaban cada vez más cerca, nada podría hacer más feliz a Sara y a Franco que ver a su hijo luchando para hacerlo realidad.
Luego de un par de días disfrutando de la extraordinaria y emblemática arquitectura, siguieron su ruta para bajar hasta el sur del país, pasando por la comunidad de Extremadura y haciendo unas breves paradas por las ciudades de Cáceres y Mérida hasta llegar a la comunidad de Andalucía, parando en Sevilla. Allí estuvieron alrededor de cuarenta y ocho horas, gozaron, en Casa La Anselma, del mejor baile de Flamenco que vieron en toda España. También se tomaron el tiempo de visitar lugares como el Alcázar Real de Sevilla, la Catedral, la Plaza de España, la Plaza de Toros y la Plaza de Encarnación. Su paseo turístico los llevó hasta Córdoba antes de parar en Granada por otro par de días.
Una vez allí, visitaron la Ciudad Medieval Musulmana, La Alhambra, la mayor parte del primer día. Albín se había encargado de comprar boletos para tener una visita con un guía que les fuera informando mientras ellos disfrutaban de los palacios, los jardines, las fortalezas y la magnífica vista artística por la peculiaridad de la decoración interior en los palacios nazaríes. En Granada también gozaron de las 'tapas', pequeñas porciones de aperitivos gratuitos que acompañaban cualquier bebida que ordenaban al entrar en alguna taberna o pubs, era una costumbre muy particular de aquella parte de España y la aprovecharon mientras paseaban por toda Granada. Después de aquel hermoso lugar con paisajes montañosos, se dirigieron hasta la costa, llegaron hasta Almería en donde comenzaron un recorrido por toda la costa mediterránea, subiendo por el este del país.
Cuesta arriba, atravesaron la comunidad de Murcia hasta llegar a la comunidad Valenciana. Las ciudades de Alicante y Benidorm fueron de las más destacadas por sus hermosas playas, era algo con lo que no contaban en San Marcos y por ende les llamaba la atención. Ocuparon varios días, quedándose en diversos hoteles y formando parte de la multitud turística que disfrutaban de las aguas turquesas del mar mediterraneo. El paseo por la costa terminó en Valencia, donde el ruido y la música los entretuvo por todo un día antes de atravesar el centro del país hasta Madrid. Llegando a su destino, pararon a mitad del camino para observar Las Casas Colgadas en Cuenca, luego de ahí, la trayectoria fue directa hasta el hotel en la capital Española.
ESTÁS LEYENDO
Encuentros
FanfictionSerie de one-Shots. Cada one-shot pueden ser leidas como historias independientes o tambien en el orden correspondiente y despues de leer Sanando Heridas. En algunos casos habrá continuidad pero esto no va impedir que la historia pueda ser leída s...