El reflejo de su imagen la hacía sentirse un poco tonta. Se había maquillado los ojos, por todo el contorno, con un delineado oscuro, sus pestañas estaban bastante voluminosas y sus cejas más definidas que de costumbre. Su cabello castaño peinado con ondas sueltas desde el medio hasta las puntas, tenía en el pelo una cola, agarrando sus rizos con un pañuelo en la misma tela translúcida que el resto de su atuendo. El marco de su cara estaba adornado por el flequillo de su cabello y en el centro de sus cejas se encontraba una pequeña gema ovalada en un cristal color índigo con la misma tonalidad de su vestuario.
Sus ojos analizaron cada detalle de su apariencia, dejando escapar una bocanada de aire desde la profundidad de sus pulmones. En realidad debía admitir que no se veía nada mal con la poca ropa que llevaba puesta. Sin embargo, seguía pensando que lucía un poco cómica, algo parecida a mi bella genio. Aquellas prendas, que ella consideraba un disfraz, ya tenían varias semanas en uno de los cajones de su armario. Lo había ordenado por internet cuando regresó de su viaje, pensando en que algún día podría sorprender a su esposo, pero no se había animado a usarlo hasta aquel día.
La razón principal por la que quiso esperar, para lucir su traje y sus movimientos, era porque primero quería aprender a bailar correctamente. No se iba a atrever a realizar la danza de los siete velos como Franco y ella habían visto en su travesía, pero algo haría, aunque fuera más sencillo. Desde que se decidió y realizó la compra, también inició una búsqueda de vídeos educativos en ese tipo de bailes orientales. Había logrado encontrar unos muy feasibles, sencillos para entender y así aprender lo más básico en cuanto a la danza de vientre.
Llevaba unos dos días, desde aquella mañana en la iglesia, ensayando una canción con la cual se sentía cómoda y confidente. Tanto así que esa misma mañana le había enviado un mensaje de texto a su esposo, preguntando si regresaría muy tarde de la oficina, cuando él le contestó que haría lo posible por llegar a buena hora, ella le devolvió el mensaje, explicando que aquella noche estaba dispuesta a cumplir su penitencia. Él inmediatamente respondió:
-Franco Reyes: 😲 Si me dices que ahora mismo estás lista, abandonó todo y me regreso 🏃🏃🏃 a la hacienda.
La reacción de su marido le causó mucha gracia, pero le pidió que no fuera impaciente, que tratará de trabajar en paz porque ella aún necesitaba tiempo para prepararse, se verían en la noche para cenar en familia, el baile sería el postre de ambos, le prometió completamente confiada de su capacidad para realizar aquella danza. A lo largo del día, recibió mensajes cortos de parte de su esposo. Cada uno con un símbolo de un reloj de arena acompañado de un número, "⏳4😃," emocionado, contaba regresivamente las horas para regresar a su casa.
Él problema, de aquel preciso momento, era que su seguridad se le había esfumado. Ya no tenía tanta certeza en su habilidad de bailar remotamente decente o de poder montar un espectáculo sensual sin verse totalmente ridícula. ¡Dios! Negó con la cabeza mientras pensaba, considerando los rollos en los cuales se enredaba a causa de su esposo. Lo peor era que no podía culparlo directamente. Él no se había vuelto a referir a aquello, no la estaba presionando para que hiciera ese baile, es más, antes de que él le mencionara algo, aquel pasado Domingo, ella ya tenía planeado hacerlo, hasta lo estaba disfrutando, practicando con los videos que había encontrado por sí misma. Inclusive, ese mismo día había estado muy emocionada, ansiosa de que llegara la noche.
Pero, ¿Ahora? Ahora ya no estaba tan confiada. Su repentino cambio de ánimo le estaba proporcionando vértigo y se sintió un poco mareada de verse en el espejo por un largo tiempo.
"Sara, mi amor, ¿Todo bien? Te estas tardando mucho," escuchó a su marido, hablando en voz alta desde el espacio de la habitación, posiblemente en donde mismo lo dejó, acostado sobre la cama.
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Encuentros
FanfictionSerie de one-Shots. Cada one-shot pueden ser leidas como historias independientes o tambien en el orden correspondiente y despues de leer Sanando Heridas. En algunos casos habrá continuidad pero esto no va impedir que la historia pueda ser leída s...